La Conselleria de Educación, Cultura y Deporte ya ha hecho pública su estrategia en materia de Cultura para esta legislatura. Hasta 2020, el departamento que lidera el conseller Vicent Marzà se regirá por un plan estratégico llamado Fes Cultura. El objetivo es «regenerar» las actuaciones en materia cultural «desde el principio», con objetivos «concretos y criterios claves» que puedan evaluarse, además de implicar a la ciudadanía.

De la colaboración con una empresa vinculada a la Universitat de València y la de todos los sectores culturales y creativos valencianos (con reuniones y encuestas en las que han participado 129 representantes) han surgido varios ejes de actuación. Estos giran en torno a la consolidación y al crecimiento de la industria cultural valenciana; la democratización del acceso a la cultura; la internacionalización de los sectores; la territorialización -que la cultura no se agolpe solo en la ciudad de Valencia-; y la cooperación interinstitucional entre diferentes organismos. Además, se han ideado setenta medidas para llevar a cabo de 2016 a 2020, y siete planes para este año: tres que ya están en marcha (el código de buenas prácticas y los planes de fomento de la lectura y la internacionalización) y cuatro que deben iniciarse antes de que acabe el año (planes de mecenazgo, democratización, fomento de las artes escénicas y la Mesa de la Cultura Valenciana).

Por debajo de la media

El sector cultural valenciano se ha visto especialmente perjudicado por la crisis, según explicaron ayer, pero también por otras situaciones -como el «clientelismo, la falta de estrategia y las ocurrencias» de los anteriores gobiernos-, que hacen que los datos de la Comunidad Valenciana sean peores que la media española en muchos casos.

Por ejemplo, uno de los objetivos marcados es aumentar en 200.000 el número de lectores, que son los que faltan para llegar a la media estatal. Otras metas que se barajan son la creación de 80 puntos de lectura más en la Comunidad Valenciana y aumentar en 300.000 los usuarios de la red de bibliotecas; atraer a 6 millones de visitantes a los museos (en la actualidad la cifra ronda los 4,8) y 2 millones de espectadores anuales al teatro. Asimismo se quieren conseguir más de 2 millones de espectadores en eventos de música en directo (en concreto 2,5) y duplicar el número de conciertos, para llegar a 10.000. Además, se pretende que el audiovisual valenciano llegue a ser el 5% de la producción de España.

Para todo esto, Cultura calcula un presupuesto de 500 millones de euros para los cuatro años, lo que supondría el 1% del presupuesto de la Generalitat Valenciana, que ahora no se alcanza. Además, la Conselleria quiere crear de 8.000 a 10.000 puestos de trabajo en los sectores culturales y creativos; que la dimensión de las empresas culturales aumente (con 4,5 trabajadores de media) y que estas lleguen a ser 12.000.

Esta serie de actuaciones podría generar un incremento de la productividad de la economía valenciana del 7%, según apunta Cultura. Por tanto, el conseller explicó que es un «cambio de paradigma» ya que se ha acabado «incrementar la productividad a base de recortes» y se ve la Cultura «no como un gasto, sino como una inversión que cambia el modelo de sociedad».

«Cuando entramos en la Conselleria, la mayoría de sectores nos reclamaron una política cultural definida», explicó Marzà, y es lo que han intentado hacer, «más allá de las ocurrencias y el clientelismo», aseguró, y «con toda la ilusión del mundo», matizó. También defendió una cultura «hecha entre todos, de ahí el imperativo «fes» del nombre, como herramienta para mejorar la imagen de la Comunidad.