Setenta y cinco años después de su única traducción al castellano, nos llega ahora esta narración capital de Huxley que, como tantas obras de su autor, ha quedado ensombrecida por el éxito de Un mundo feliz. Compleja novela de tesis, magnífico retrato de costumbres, apabullante despliegue de maestría literaria, El tiempo debe detenerse es una deslumbrante exposición del universo espiritual del gran maestro inglés (1894-1963), que tan bien conocía las filosofías orientales y todas las manifestaciones del misticismo. Tomen a un joven aprendiz de poeta educado en un ambiente de agitación izquierdista y llévenlo, en los años del fascismo italiano, a una villa toscana en la que convivirá con un tío culto y hedonista, una mujer maternal y una dama que atesora sabiduría erótica. Inviten a un librero filósofo, llamado a ser el chamánico iniciador del joven, y tendrán una novela de formación en la que, entre mil joyas más, encontrarán una memorable aproximación al Libro tibetano de los muertos. Nada menos que todo un clásico.