El desafío al que se mide la impresión 3D en los años venideros es la materia con que se realizan los objetos. Y es precisamente en este campo donde ha sentado precedente la alicantina Recreus (de Elda), que fue la primera en lanzar un filamento flexible para impresoras 3D (su principal diferencia con el resto de materiales para las impresoras tridimensionales es que presenta un 700% de alargamiento a la rotura). Este invento eldense recorre ahora todo el mundo.