El consejero delegado de Ciudad de la Luz nombrado hace seis meses, Miguel Mazón, ofreció ayer una rueda de prensa en mitad del proceso de subasta del complejo para incentivar a los inversores y que pugnen por él. Mazón rechazó aclarar si hasta la fecha, en este primer mes de plazo para presentar ofertas, ha llegado alguna propuesta al complejo cinematográfico -«ni abro ni quito expectativas hasta que no vea los sobres que se presenten», dijo- y no lo hará por su «deber de confidencialidad» hasta que finalice el plazo, el próximo 18 de abril.

«Yo he venido aquí a incentivar que haya las máximas [ofertas] posibles. Aquí tenemos unos activos que son fenomenales. El precio de venta es bueno y hay que animar a los inversores, vengo a ayudar por si hay algunos dudosos, que vengan los máximos posibles», reiteró en varias ocasiones tras recordar que la coyuntura económica es «propicia» con las últimas medidas adoptadas por Draghi desde el Banco Central Europeo «para que fluya el crédito y la inversión».

Mazón explicó cómo se ha valorado el complejo que sale a la venta por 94 millones de euros, divididos en seis lotes, siendo el mayor de 23 millones y el menor de algo más de 5 millones. Esta cifra de 94 millones de euros para la subasta -cuyo precio de salida mínimo será del 50%, 48 millones, mejorado frente al 20% del anterior pliego de condiciones- parte de la inversión que se hizo de 184 millones de euros en la construcción de los edificios -platós, almacenes, laboratorios, foso, urbanización, etc.-, a lo que debe restarse 40 millones de amortizaciones en estos 15 años y otros 50 millones del coste de los edificios que no salen a subasta (Administración y servicio de Restauración y Centro de Estudios).

«Esto es lo que vamos a vender, es un buen producto donde se ha metido mucho dinero» y «esta puede ser una inversión buena». «De lo demás, aquello se fue como el humo y no podemos recuperar absolutamente nada porque se ha gastado», apuntó el consejero delegado. Lo demás y el «humo» al que se refiere es a los más de 300 millones hasta llegar a 500 millones, la cifra global que, «según dijo Paco Camps se han gastado» en Ciudad de la Luz desde que se abrió el año 2000, un dinero que se ha ido en «gasto corriente, subvenciones, sueldos, contratos, publicidad, despachos, cotizaciones a la Seguridad Social, intereses, Aguamarga...»

Miguel Mazón, doctor en Economía y exsecretario general de Hacienda, no dudó en afirmar que «por desgracia, todo esto ha sido un despropósito» y «cuando no se hacen las cosas como se tienen que hacer pasan estas cosas», en relación a este proyecto gestado y desarrollado bajo el gobierno autonómico del PP, ahora en fase de liquidación.

Reconoció que «hay mucho trabajo que hacer todavía» y afirmó que «esto nunca debió existir y nunca debió crearse. ¿Cómo hicieron esta ingeniería financiera de esta manera?». No obstante, Mazón se plantea «optimizar las circunstancias para que reporte esa inversión que se ha hecho importante» en beneficio.

El pliego de condiciones para la subasta viene impuesto por la Comisión Europea tras declarar ilegales las ayudas públicas recibidas por el complejo de 264 millones de euros, que se ordenó devolver a la Generalitat y que quedarían saldadas con la venta.

Pero Ciudad de la Luz arrastra otras pesadas «losas», como una deuda de 234 millones de euros a la Sociedad Proyectos Temáticos de la Comunidad Valenciana (225 millones) y al Instituto Valenciano de Finanzas (9 millones), que siguen generando intereses, unas cantidades «con las que tenemos que acabar» haciendo «que la Generalitat asuma esa deuda y se paren los intereses».

Otro objetivo es acabar con la fundación Ciudad de la Luz y buscar «sí o sí» una función para los edificios propiedad de la Generalitat excluidos de la subasta -Centro de Estudios y Administración/Restauración-. «No pueden estar vacíos y sin uso, eso es dilapidar el dinero. Hay que buscarles una función, no es para que estén muertos de asco ahí, sino para darles salida y que se utilicen».

Respecto al tema de las expropiaciones de terrenos que se realizaron en su momento para construir el complejo, señaló que están a la espera de que los tribunales digan el valor que se le ha de poner a los terrenos, ya que al haberse construido son «irreversibles».