Varios miles de aficionados taurinos -unos 10.000 según la Delegación del Gobierno- participaron ayer en una multitudinaria manifestación en defensa de la fiesta que fue encabezada por algunos de los matadores de toros de mayor presencia en el escalafón como Enrique Ponce, El Juli o el alicantino José Mari Manzanares.

Convocados por la Unión Taurina de la Comunidad Valenciana, Fundación del Toro de Lidia y la Federación de Bous al Carrer, la multitud recorrió varias calles aledañas al coso de la calle Xàtiva sin incidentes destacables. También se sumó a la misma numerosos colectivos alicantinos para respaldar la tauromaquia, como el Club Taurino de Alicante, Peña Taurina Pacorro, Amigos de Nimes, Puerta Grande y Tauro Joven.

Al término de la manifestación, el matador de toros valenciano Enrique Ponce leyó ayer un manifiesto desde uno de los balcones de la plaza de toros en defensa de «un bien cultural, que ampara la Constitución» y reivindicó la tauromaquia «como portadora de valores sociales y humanos, y como soporte básico y principal de la biodiversidad en nuestro país».

La comitiva, que ocupó prácticamente toda la calle Xàtiva y la explanada de la Estación del Norte de Valencia, exhibió cientos de banderas de España con la figura de un toro superpuesta con voces siempre constantes de «libertad, libertad».

Entre los diestros de mayor renombre que se pusieron al frente de la comitiva, además de Ponce, se pudo ver a El Juli, Padilla, Castella o Morante; mientras que otros, como el madrileño José Tomás, prefirieron ocultarse entre la multitud.

También participaron maestros ya retirados como Ortega Cano, Dámaso González, César Rincón o Cristina Sánchez; rejoneadores como el benidormí Andy Cartagena, María Sara o Sergio Galán; ganaderos como Carlos y Álvaro Núñez, Victorino Martín o Ricardo Gallardo, entre otras decenas de profesionales del toreo.

José Tomás afirmó ayer que «es una gran satisfacción poder compartir un día así con tantos aficionados al toreo que se han dejado la piel para organizar una manifestación en la que todos hemos podido demostrar nuestra pasión por el toreo».

En este mismo sentido se pronunció El Juli, quien consideró «muy emocionante la gran cantidad de gente que ha acudido para exigir libertad y respeto. Ha sido un día clave para la tauromaquia. Cualquiera que ame esta profesión y este arte tenía que estar hoy aquí porque ha servido para abrirnos los ojos a nosotros mismos».

En opinión del riojano Diego Urdiales, «la manifestación ha servido para demostrar que el toreo, cuando hace falta, está realmente unido. Somos muchos, infinitamente más de lo que creen los antitaurinos y que quieren ver nuestros políticos, sólo falta demostrarlo».

Por su parte, Carlos Núñez, ganadero y presidente de la Unión de Criadores de Toros de Lidia y de la Fundación del Toro reconoció sentirse «impresionado porque la asistencia ha superado todos los cálculos previstos por la organización».

«Ha sido todo un hito y un toque de atención a nuestros políticos para que se den cuenta de una vez de lo arraigada que está la tauromaquia en nuestra sociedad. Era necesaria una manifestación de este tipo y que los poderes públicos lo tomen en cuenta, entre ellos el Tribunal Constitucional, que tiene aún pendiente su dictamen sobre la prohibición de los toros en Cataluña», añadió.

«Nosotros no queremos que entre más o menos gente (a la plaza), sino que dejen de molestarnos. Nos sentimos atacados, ya no sabes por qué puerta entrar a la plaza, nos provocan constantemente, y eso no es bueno», explicó Ricardo Gallardo, propietario de la ganadería gaditana de Fuente Ymbro.

«Bildu prohibió los toros en San Sebastián, y el año pasado la corrida de Fuente Ymbro en Pamplona la presidió el alcalde, que es de Bildu, eso no quiere decir más que nos utilizan políticamente», agregó.

Varios rostros destacados del PP valenciano, entre ellos su presidenta en la Comunidad, Isabel Bonig, y el diputado Luis Santamaría, además del expresident de la Generalitat Francisco Camps, estuvieron presentes en la manifestación.

Pese a que únicamente se recorrieron tres calles, la gran aglomeración de participantes, unido a la presencia de miles de turistas en la capital valenciana por las Fallas, provocó numerosos embotellamientos. Durante el recorrido se produjeron algunos conatos de enfrentamientos con antitaurinos, que fueron controlados por la Policía Nacional.