El mismo día que hace 31 años empezó a colaborar en la sección de toros de INFORMACIÓN, Miguel Lizón, compañero y maestro, salía ayer por la puerta grande y nos decía adiós para dedicarse al descanso bien merecido. A lo largo de estos años ha dado probablemente más capotazos que cualquier torero y ha recorrido más cosos taurinos que algunos de los grandes. Con Lizón, todos hemos aprendido a respetar y, de alguna manera, a entender el mundo taurino, pero sobre todo nos ha enseñado muchas lecciones de vida con su sabiduría y su bondad. Echaremos de menos al maestro y a la gran persona. Ayer se cortó la coleta. Aunque no nos dejó sacarle a hombros.