Profesor de Secundaria, Jerónimo Tristante (Murcia, 1969) es el creador de la saga literaria del detective Víctor Ros, también llevada a televisión y a la espera de rodar en mayo la segunda temporada. De la última entrega, Víctor Ros y el gran robo del oro español, charlará hoy a las 21 horas en las Catas Literarias del restaurante alicantino Maestral.
¿Le apetece la idea de hablar de su obra con unos huevos estrellados y un buen vino?
Pues sí. Ya lo he hecho en otras ocasiones con Manuel Avilés en Sant Joan y en otros sitios y es una fórmula fantástica porque mezclas la literatura con el vino y una cena y es muy relajante. Es un formato interesante porque se sale de las presentaciones sesudas de escritores citando a Kierkegaard.
Esta es la quinta entrega de Víctor Ros pero no será la última.
No, espero que no. Seguiré escribiendo con Víctor Ros mientras haya gente interesada en leerlo.
Es una gozada tener un personaje así y la época -el siglo XIX- me encanta. Los lectores siempre te marcan el camino y te preguntan cuándo hay otra y te dan collejas para que escriba nuevas entregas. De ahí a Conan Doyle, que tuvo que matar a Sherlock Holmes, hay un trecho.
Sí, yo quería hacer un homenaje a mi personaje favorito de la literatura, Sherlock Holmes, y a la literatura de folletín. Se parece en algunas cosas y en otras no. Tiene una conciencia de clase y quiere cambiar el mundo. Es un héroe en positivo.
Sí, TVE ha renovado la serie para la segunda temporada y hay que ver cuándo arranca el rodaje, que se espera que empiece en mayo, para estrenar la temporada en televisión en septiembre. Arrancaríamos con la última obra, pero no estaría ambientada en Londres, sino en Andalucía.
Sí, sí, me gusta mucho, Yo lo vi antes durante el rodaje y me convenció mucho. Ya me ha secuestrado la imagen que tenía en mi cabeza de Víctor Ros.
Casi desde el principio. Es un personaje que nació de forma tangencial en una novela mía no publicada y ya pensé que podía ser protagonista de una serie literaria y con mucho potencial en el plano audiovisual.
Estoy ahora con una novela de amor del siglo XIX que quiero contar, voy rumiando la sexta de Víctor, que ambientaré en Nueva York, y sigo con la docencia, que me gusta mucho.
