Italia se vistió ayer de luto para despedir a Eco, el intelectual de espíritu inquieto y curiosidad crítica insaciable que regaló a la literatura joyas como El nombre de la rosa, que se convirtió de manera fulgurante en un éxito de ventas en 1980 y que fue llevada posteriormente al cine por el francés Jean-Jacques Annaud. De esta forma, desde el presidente de la República italiana, Sergio Mattarella, hasta el primer ministro del país, Matteo Renzi, además del ministro de Cultura, Dario Franceschini; la de Educación, Stefania Giannini; o para las Reformas, Maria Elena Boschi; pero también escritores como Roberto Saviano o Elisabetta Sgarbi, expresaron su pesar por la desaparición del intelectual italiano crítico e independiente. efe roma