El papa Francisco aludió ayer a la posibilidad de usar métodos anticonceptivos «como mal menor» por el riesgo que plantea a las embarazadas el virus del zika, en declaraciones en el avión que le llevó a Roma desde México.

El pontífice añadió que «el aborto no es un mal menor: es un crimen. Es echar fuera a uno para salvar a otro. Es lo que hace la mafia», dijo a los 76 representantes de medios internacionales de prensa, entre ellos Efe, que viajaron con él. Francisco dejó abierta la posibilidad de usar esos métodos al recordar que el papa «Pablo VI en una situación difícil en África (la guerra en el Congo Belga) permitió a las monjas usar anticonceptivos para casos en los que fueron violadas», explicó. Aunque pidió «no confundir el mal de evitar el embarazo, por sí solo, con el aborto». «El aborto no es un problema teológico: es un problema humano, es un problema médico. Se asesina a una persona para salvar a otra en el mejor de los casos. Va contra el juramento hipocrático que los médicos deben hacer», añadió. En cambio, «evitar el embarazo no es un mal absoluto», pues «en ciertos casos, como en este, como en el que he nombrado de Pablo VI, era claro».

Francisco hizo un llamamiento «a los médicos a que hagan de todo para encontrar también las vacunas contra estos mosquitos que contagian esta enfermedad. Sobre esto se debe trabajar».

Otro de los temas de actualidad que se abordó en el avión de regreso de México fue la publicación de las cartas entre el papa Wojtyla y su amiga la filosofa americana de origen polaco Anna-Teresa Tymieniecka, en las que se intuye que existía una relación profunda entre ellos. «Yo conocía esa relación de amistad del papa San Juan Pablo II y esta filósofa cuando estaba en Buenos Aires. Era una cosa que se sabía incluso en sus libros. Juan Pablo II era un hombre inquieto», explicó Francisco.

Para Bergoglio «no hay nada malo en tener una amiga» con la que hablar y confesó que siempre pide opinión a las mujeres.

Francisco elogió que las mujeres «miren las cosas de otro modo» y dijo que «una amistad con una mujer no es pecado», otra cosa es «una relación amorosa con una mujer que no sea tu mujer, eso es pecado». Francisco reiteró que un pontífice «tiene un corazón» y «que puede tener una amistad sana con una mujer».