La actriz Concha Goyanes, perteneciente a una de las dinastías teatrales más conocidas, falleció ayer en Madrid a los 69 años a consecuencia de una enfermedad de la que comenzó a tratarse en la capital española en noviembre.

Concha Goyanes debutó en 1952 en la obra Fuenteovejuna con la compañía de Adolfo Marsillach y cuatro años después protagonizó su primera película, Un fantasma llamado amor, dirigida por Ramón Torrado.

Ese mismo año ingresó en el cuadro artístico de RNE en Madrid e inició trabajos para Televisión Española, medio en el que hizo novelas y obras dramáticas y también fue presentadora de espacios musicales.

En 1962 intervino en la película Canción de juventud, junto a Rocío Dúrcal. En teatro, destacó su interpretación en El sueño de una noche de verano, El Rey ciervo y El corazón en la mano, y en televisión ha participado en series como Herederos (2008) y en La que se avecina.