Un padre y su hijo resultaron ayer corneados, con heridas de gravedad, en el encierro a caballo celebrado en Ciudad Rodrigo (Salamanca), en el que los toros rompieron la malla de seguridad, y dos se escaparon y accedieron al recinto donde estaban los aficionados, creando escenas de pánico. El encierro estuvo protagonizado por seis toros de la ganadería sevillana de Aguadulce y los momentos más trágicos ocurrieron al final del recorrido de campo, donde estaba prohibido el acceso de los corredores de a pie. Sin embargo, un grupo de personas se coló entre los caballos y desde la malla de protección citó a los toros, que la emprendieron contra esas vallas y acabaron derribándolas, corneando, además, a los que estaban subidos en ellas. A consecuencia de ello, J.B., septuagenario, y su hijo, M.A.B, mayor de edad, y ambos de Ciudad Rodrigo, resultaron gravemente corneados por sendos astados.