Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Nes

«Si la música no te toca la fibra, no funciona»

«Es la representación del mundo que estamos viviendo», dice sobre su arte Nesrine Belmokh

«Si la música no te toca la fibra, no funciona»

Viven en el barrio valenciano de Ruzafa, pero no se conocían. Tenían un amigo en común, el percusionista David Gadea. Matthieu Saglio, chelista y compositor, le planteó un proyecto y Gadea pensó en Nesrine Belmokh, también chelista y cantante. Y así nació Nes hace apenas un año, una formación difícil de definir pero caracterizada por buscar nuevos rumbos, romper barreras territoriales y musicales, y explorar en el sentimiento a través de las notas y los ritmos.

«Cuando conoces a un músico, en el primer cuarto de hora sabes si hay conexión y vimos que sí, así que Nesrine y yo nos pusimos a preparar cosas, a componer...». Habla Matthieu Saglio, que ha ofrecido conciertos en más de 30 países y ha conseguido abrir nuevos caminos para el violonchelo.

«Confiamos tanto el uno en el otro que esto está por encima de lo que queremos hacer por separado», puntualiza Nesrine, con una destacada carrera en el mundo de la música clásica.

Comenzaron a componer, las cosas fluían y sus ritmos, sus armonías, sus letras confluían como un puzzle, «salía nuestra esencia cultural», afirma la cantante franco-argelina que trabajó con Lorin Maazel y con la West Eastern Divan Orhestra de Daniel Barenboim . «Yo era la primera vez que componía y con Matthieu me salió natural; aunque ambos venimos de culturas diferentes, Matthieu compartíamos el conocimiento en música árabe, clásica, chanson francesa...».

Por eso, el chelista destaca que «no se me ocurre componer un tema de rock porque no lo veo en este proyecto y no creo que a Nes le apetezca. Cuando compones o escribes letras tienes que hacer algo que te toca la fibra, si no, no hay manera de que la cosa funcione».

A la hora de ubicarse como grupo, ahora que el año pasado recibieron el premio al mejor directo de la temporada en la sala Ruzafa, su mejor definición en la indefinición. «Yo diría que somos un grupo de música internacional, mezcla de jazz, música árabe, soul, chanson francea...», dice Nesrim. «A mí me gusta hablar de formación de chelo, voz y percusión, algo que no es habitual», apunta Matthieu que considera su punto fuerte «que sorprende». La voz de Nesrim se escucha en francés, inglés y árabe, «y eso define el tipo de música que vas a escuchar».

Y es que para ellos no hay limites geográficos ni musicales. «Por lo que somos -considera Nesrine- las fronteras no existen, sobre todo geográficas; musicales, algo porque no tenemos nada que ver con el rock o el pop».

El camino que Nes tiene por delante es largo. «La música es la representación del mundo que estamos viviendo, así que mientras haya humanidad habrá música que la represente», afirma la cantante. «Los artistas somos testigos de nuestra época y lo que hacemos nosotros tres es diferente porque es mezcla de culturas, que es lo que ocurre en este momento».

¿Fusión? Para Matthieu Saglio «es natural. Siempre existió y la música sigue evolucionando. El interés creativo y musical viene de las diferencias que tienen todas las músicas entre sí». Y Nesrim Belmokh proclama: «¡Yo misma soy una fusión culturalmente!».

De momento, acaban de editar un EP con cinco temas que presentarán en el concierto que ofrecerán el próximo sábado en Alicante. El disco puede esperar. Ahora toca actuaciones en directo. Y las hay. Después de Alicante, rumbo a Zaragoza, a la sala Jamboree de Barcelona y gira por Francia.

«La gente que venga a escucharnos se va a sorprender, van a ver algo muy virtuoso pero a la vez muy asequible». Y Nesrine resume la experiencia. «Les damos amor de verdad. Es un intercambio de emociones».

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats