Queda aún un nexo, débil si se quiere, entre Consuelo Císcar y el centro por cuya gestión ahora tiene la condición de investigada. Y el IVAM pretende romperlo. En un comunicado, el museo solicitaba ayer a la exrectora del centro que presentara su «dimisión del cargo de Directora Honoraria del Museo para evitar males mayores a la imagen y el prestigio del IVAM». También se instaba al Consejo Rector «una reunión de carácter urgente y extraordinario para tratar este asunto».

El cargo de Directora Honoraria, que pertenece a todos aquellos que han asumido la responsabilidad de dirigir el IVAM desde que abandonan el puesto y que no implica más que el reconocimiento de su labor al frente del museo, contiene la misma peculiaridad que el cargo de Císcar en el CVC: no se le puede quitar a pesar de que esté imputada, sino que tiene que ser ella la que renuncie a dicho reconocimiento.

No es la única medida que ha tomado el centro respecto a quienes están siendo investigados por la anterior etapa en el IVAM. La dirección también ha decidido «iniciar los trámites para incoar un expediente a Dña. Raquel Gutiérrez Pérez», que ocupa el puesto de trabajo de Técnico de Exposiciones y Acción Exterior de plantilla del IVA, también imputada.