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Jorge Olcina

«Si en 40 años no frenamos el cambio climático, será irreversible»

«Sería muy grave que la temperatura suba dos grados en un siglo, y en un año ha aumentado uno»

"Si no se frena en 40 años el cambio climático será irreversible" carolina escalante

2015 ha sido el año más cálido para la Tierra. ¿Se veía venir?

Sí, aquí influyen dos procesos: el calentamiento global desde los años 80, lo que llamamos el cambio climático, que desde los años 2000 va batiendo récords de temperatura, y que coincide con el fenómeno de El Niño, que se produce cada 12 ó 13 años, y que ha hecho que 2015 sea un año tan intenso en catástrofes. El informe de la NASA es global para todo el planeta, pero en España la Aemet también publicó hace poco informes parecidos.

La temperatura ha subido 1 grado respecto a la media de los 136 últimos años. ¿Es tanto?

Sí, 0'9 grados por encima de la media. Si pensamos que para todo el siglo XXI sería muy grave que la temperatura subiera dos grados, y en un año ha aumentado un grado, es bastante preocupante porque en un solo año tenemos la mitad de la subida prevista para el siglo.

Llevamos dos años seguidos de récord de temperaturas.

Sí, son los dos años que dura El Niño, que llevamos desde noviembre de 2014, todo 2015 y durará todavía hasta mediados de 2016.

Hay quien dice que lo peor de El Niño está por llegar.

Bueno, yo ví el último informe y el pico más intenso lo tuvimos en diciembre del año pasado, ahora estamos en declive. Pero ya llevamos un tiempo en el que todos los años son preocupantes porque no vemos que la temperatura baje, ni que haya una tendencia contraria, sino que seguimos batiendo records de temperaturas.

¿Y cuál tiene un efecto mayor en el calentamiento: El Niño o la acción del hombre?

Son fenómenos que se retroalimentan. La acción del hombre, el cambio climático que produce el efecto invernadero por la emisión de gases a la atmósfera, está ahí, aunque estos últimos años el impacto más directo ha sido el de El Niño, pero porque ya nota el impacto del calentamiento global en la Tierra y la acumulación del calor en los océanos.

Alicante también registró su verano más cálido. ¿Tendemos a pensar que eso es bueno para el turismo y no a que, de seguir así, nos quedaremos sin playa?

Claro, aquí se ve con mejores o peores ojos según se mire. Para el turismo está bien porque están teniendo muy buenas temporadas en los otoños, pero a largo plazo no sabemos si estos procesos se volverán en contra del clima mediterráneo actual. Se puede aprovechar la coyuntura pero no será siempre así. El problema es que los datos señalan que hay que empezar a actuar: preparar los territorios y no ocupar espacios inundables, porque las condiciones no serán iguales y podemos tener más episodios desastrosos, planificar el agua a largo plazo con desalación o reutilización, reducir la emisión de gases...

Llevamos dos décadas hablando del calentamiento global y ha mejorado. ¿Se ha hecho poco o nada?

Aquí en España, muy poco. Se hizo en la etapa de Zapatero al crearse la Secretaría de Estado de Cambio Climático pero luego con el PP desapareció. Ya no es una cuestión de me lo creo o no me lo creo. Estamos ante un problema importante y hay que pensar a largo plazo. No sabemos qué efectos concretos tendrá, pero el clima no va a ser mejor que el que tenemos ahora. Volveremos a tener frío, sí, pero también se han reducido drásticamente los periodos de frío en los últimos años.

Si el protocolo de Kioto no se ha cumplido, ¿por qué tendrían que cumplirse los acuerdos de la Cumbre del Clima de París? ¿Hay mucha hipocresía?

Sí. La Cumbre del Clima de París se ha querido vender como un acuerdo importante e histórico pero no es un compromiso real. Marca unos objetivos generales a largo plazo de no rebasar los dos grados de calentamiento hasta 2100, pero no marca objetivos concretos ni deberes a cada país. Con la experiencia de Kioto, este acuerdo difícilmente se va a cumplir, aunque se ha vendido con mucha esperanza.

¿Hace falta dinero o voluntad política para combatir el cambio climático?

Las dos cosas. Lo primero es la voluntad política y que el Gobierno se lo crea. Y dinero, porque hará falta inversión para adaptar el territorio, el cambio en la política energética supone incentivos a las energías renovables y se han hecho políticas en sentido contrario, inversiones a largo plazo.

¿Por qué este asunto no preside la agenda política?

Quizá porque la cuestión económica, social y de empleo ha preocupado tanto que pasa a segundo término. Por eso es necesario que los partidos y los políticos se lo crean.

El ciudadano se ve minúsculo ante este problema.

En principio los que más han hecho los deberes han sido los ciudadanos y hay que seguir con acciones de concienciación y apostar por un sistema de vida más sostenible, pero el peso lo tienen los gobiernos.

Siempre se dice que el tiempo corre en contra. ¿De cuánto hablamos para frenar los efectos?

Los modelos de cambio climático señalan que si de aquí a 2060 no hemos hecho los deberes y no hemos reducido las emisiones, si en cuarenta años no hacemos nada, el proceso es irreversible y las consecuencias serían terribles. Así que tenemos cuarenta años para trabajar, es un tiempo razonable, pero hay que trabajar ya. Hay países que ya lo están haciendo, como los nórdicos, pero España va muy atrasada en esto.

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