Los componentes del grupo estadounidense de rock Eagles of Death Metal, la banda que sonaba en la sala Bataclan de París cuando el pasado 13 de noviembre tres terroristas suicidas irrumpieron y mataron a 89 personas, regresaron ayer a depositar flores frente al simbólico local. Los cuatro miembros de la banda californiana depositaron flores en la entrada y no pudieron ocultar su emoción pues se les vio abrazados y llorando deconsoladamente.

El tributo se produjo un día después de que el grupo californiano de Jesse Hughes y Josh Homme volviera a subirse a un escenario desde la matanza yihadista que costó la vida a 130 personas. Lo hicieron en el AccorHotels Arena de París, como invitados del grupo irlandés U2, con quienes tocaron el legendario tema de Patti Smith People have the power (La gente tiene el poder) ante 16.000 personas, diez veces más que el público presente en su malogrado concierto por el terrorismo islamista. Posteriormente, Bono les cedió el escenario para que ofrecieran uno de sus propios títulos: I Love you All the Time (Te quiero todo el tiempo), despejando así la incógnita sobre su participación oficiosamente anunciada en ese concierto.

«Gracias, París, ¡Te queremos! Y gracias U2 por darnos esta oportunidad», dijo el líder de Eagles of Death Metal, Jesse Hughes, vestido de blanco inmaculado. En uno de los momentos del concierto, y mientras U2 entonó parte de Ne me quitte pas, de Jacques Brel, se proyectaron los nombres de las víctimas mortales.

Está previsto que los Eagles retomen en febrero la gira europea que decidieron interrumpir tras los ataques. En las entrevistas que han ofrecido estas semanas, han expresado su voluntad de ser los primeros en actuar en el Bataclan cuando esta sala reabra, algo que sus dueños esperan que sea posible para finales del año que viene.