El Gobierno español buscará un acuerdo «amistoso» con Colombia sobre el galeón San José, hundido hace tres siglos frente a Cartagena de Indias con oro, plata y esmeraldas, aunque argumentará que la UNESCO le ampara, ya que se trata de un «barco de Estado». Así lo expuso ayer el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, quien declaró a Efe en Alicante que ha informado de que un convenio de la UNESCO estipula que este tipo de pecios es «de Estado, de guerra, no un barco privado», por lo que «hay una titularidad del Estado donde esté abanderado el pabellón» del navío.

El ministro ha dado instrucciones a la Secretaría de Estado para la UE de que envíe una nota a Colombia para que este país ofrezca información «de lo que ha pasado». Margallo señaló que aunque Colombia aprobara una ley en 2013 sobre la protección del patrimonio subacuático que le atribuye los pecios que estén en sus aguas territoriales, existe el citado convenio de la UNESCO (no firmado por Colombia) que respalda los intereses españoles.

«Vamos a hablar», repitió el ministro, quien participará el próximo viernes en una reunión con los cancilleres iberoamericanos en Cartagena de Indias.

García-Margallo calificó de «sensacionales» las relaciones con Colombia, y prosiguió que va a tratar de «resolver esto por un acuerdo amistoso». «Pero si no se puede resolver por un acuerdo amistoso, ellos entenderán que nosotros reclamemos y defendamos nuestros derechos, como yo entiendo que ellos defiendan y reclamen sus derechos. Estamos en eso», agregó ayer.

En todo caso, afirmó que España no renunciará al galeón porque se trata de un barco de Estado con «un significado histórico muy serio». El ministro relató que tiene un contacto «estrechísimo» tanto con el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, como con la canciller de ese país, María Ángela Holguín, con los que estuvo recientemente cuando viajaron a Bruselas y España a celebrar que los colombianos no necesitan visados para entrar en un país comunitario. «Ellos saben el trabajo que nos ha costado eso», comentó el ministro, quien también citó la colaboración española en Colombia para poner en marcha un fondo fiduciario postconflicto para cuando abandonen las armas las FARC y las ELN, con el fin de que la población vea «el dividendo de la paz después de 50 años de guerra».