La marroquí Fatima Mernisi, fallecida ayer a los 74 años, fue una pionera en la labor de conciliar dos visiones que en su momento parecían incompatibles: el feminismo laico y el feminismo musulmán, que no reniega de sus raíces culturales. Sin caer nunca en el discurso religioso, sino dentro de los cánones académicos, Mernisi se encargó de recordar en su prolífica obra que el islam no debe verse como una religión que relega a la mujer a un ámbito inferior.

La especialista Ángeles Ramírez recuerda dos línea de trabajo de Mernisi hoy aún válidas: la que recuerda que el Corán no es per se un texto discriminatorio. Según Mernisi, ha sido la lectura histórica del Corán, y concretamente la elección de unos hadices (hechos atribuidos al profeta Mahoma), los de corte más conservador, los que han hecho triunfar una visión misógina en la mayor parte del mundo musulmán. La segunda es que la historia escrita en el mundo musulmán ha hurtado la aportación de numerosas mujeres.