Alude a Sempere, pero no lo es. Le reinterpreta, pero no le imita. Le estudia y muestra su esencia desde el espacio y el volumen. Eso es lo que han construído una docena de alumnos de quinto curso de Arquitectura para cerrar el Año Sempere en la Universidad de Alicante. El MUA es el escenario elegido para presentar el resultado de un proyecto que comenzó hace más de dos meses para ofrecer una visión del artista de Onil pero desde la perspectiva arquitectónica y que hoy se mostrará al público, a partir de las 19 horas, con una performance y una proyección.
La percepción es el eje común de estas actuaciones, para buscar «un punto de relación con la obra de Sempere sin que sea algo mimético, tiene algún tipo de relación geométrica y también el tipo de materiales, pero no se trataba de repetir sus piezas sino de traducirlo a través de la visión espacial del arquitecto», asegura Antonio Maciá, profesor y coordinador del proyecto, además de presidente del Colegio Territorial de Arquitectos de Alicante.
El proceso comenzó con las doce propuestas que presentaron los alumnos, después se fueron descartando las menos viables y las tres seleccionadas finalmente se fusionaron para dar con el proyecto resultante. «Durante las primeras semanas se dedicaron a sacar la máxima información posible sobre el pensamiento y la forma de trabajar de Sempere, porque la obra que realizó es fruto de una forma de pensar y ellos indagaron en ese aspecto», afirma Maciá. A partir de ahí trabajaron en sus proyectos para «sacar la esencia de la obra» e intentar plasmarla en una instalación que se diferenciara de lo que él hacía pero que tuviera un punto de encuentro con su obra.
El resultado de este proceso se puede ver esta tarde, con una pieza sobrepuesta en una base de 700 piezas de ladrillo cerámico tañido con tinta china, sobre la que se ha colocado una geometría de altura variable realizada con tubos de acero galvanizado, formada por dos triángulos. «Se reconoce como Sempere pero las barras no tienen el brillo de sus obras porque es otro material». Sin embargo, apunta el profesor, «se juega con la percepción porque las dos piezas -de unos 16 metros cuadrados- se solapan visualmente, de manera que cuando bajas por la rampa de acceso al MUA da la sensación de que no se puede entrar».
Este juego visual, creado a través de una serie de barras verticales, hace que el visitante llegue a percibir durante la bajada que no hay acceso y solo cuando se va acercando se percata de que sí hay entrada, «de manera que se interactúa con la pieza». Antonio Maciá destaca que «se trata de ofrecer la visión del arte pero tamizado a través del filtro de la materialidad y la espacialidad de la arquitectura».
Además, a la entrada del MUA hay una escultura de Arcadi Blasco, quien tuvo una gran relación con Sempere, de manera que «las dos piezas abrazan a la del artista reforzando la idea de la amistad que existía entre ambos».
Esta instalación se completa con un audiovisual realizado por los alumnos a partir de la obra de Sempere, que se va a proyectar sobre la fachada de madera de la sala principal del museo. «Aparecen sus piezas con un componente visual y de música; han hecho una composición con secuencias de imágenes que se van moviendo a velocidades diferentes».
El acto de presentación se completará con una conferencia sobre Eusebio Sempere, a cargo de Rosa María Castells, conservadora del Museo de Arte Contemporáneo de Alicante.
