Una mujer libre, una pionera que abrió caminos a otras autoras teatrales y una escritora de corazón enorme que concedía gran valor a la palabra. Tras su fallecimiento repentino el pasado 5 de octubre, Ana Diosdado no pudo ayer recibir en vida el homenaje que la Muestra de Teatro Español de Autores Contemporáneos le rindió en Alicante, pero el director del encuentro, Guillermo Heras, aseguró que «nuestra tarea es reconvertir su ausencia en una presencia continua».

La autora, directora y actriz Ana Diosdado estuvo ayer muy presente desde el recuerdo póstumo de la muestra y, especialmente, con la representación de su última obra teatral, El cielo que me tienes prometido, en el Teatro Principal de Alicante.

Ana Diosdado no escribía teatro desde el año 1999 y por eso ha sido difícil que la Muestra encontrara una obra suya en cartel con la que reconocer su legado como autora teatral. El productor de la compañía que representa su obra, Salvador Collado, recordó que «ella estaba feliz e ilusionada preparando su visita a Alicante», además de «por comerse un arroz y beberse un buen vino», y agradeció sinceramente «la deferencia y la sensibilidad» hacia Ana Diosdado con este homenaje que ha acabado siendo póstumo, «y no puedo decir lo mismo de otros responsables de teatros públicos ni de Madrid, creo que la representación teatral ha sido muy injusta con ella», subrayó, aunque «aún nos queda su palabra para entender el teatro español y su recuerdo».

Las lágrimas por la ausencia de Diosdado se repitieron con la carta que su sobrino Daniel escribió para el homenaje de su tía, que leyó emocionada Marisa Lahoz, productora ejecutiva de la obra y amiga, al igual que la autora homenajeada en la Muestra hace diez años, Paloma Pedrero, que recordó que la homenajeada fue «la primera mujer autora de teatro reconocida que pudo vivir el éxito, que tuvo el coraje de estar allí a pesar de lo difícil que lo tuvo para estrenar sus obras» en un mundo donde los autores eran hombres, como también destacó Heras.

Pedrero, que acompañaba a Ana Diosdado el día de su fallecimiento, indicó que esta «tenía un gran corazón, tan grande que un día se apagó tranquilamente» tras rememorar que minutos antes «se estaba riendo y, sin pena, ladeó la cabeza y perdió el conocimiento como una gran dama».

Al acto de homenaje, donde Lahoz y Collado recibieron la escultura de Morán Berruti en nombre de Diosdado, también acudieron el diputado de Cultura, César Augusto Asencio; el concejal de Cultura, Daniel Simón, y la subdirectora general de Teatro del Inaem, que aplaudieron también el premio Palma de Alicante entregado a Escalante Centre Teatral, dedicado a promocionar y producir el teatro con valores dedicado a niños y jóvenes durante 31 años, con 2 millones de espectadores, 35 espectáculos y 35.000 funciones. Vila recordó que el Escalante es el único teatro español público -sufragado por la Diputación de Valencia-que produce obras para este público por toda España, aunque hace siete años que no llega a Alicante.

Tras el homenaje, el Teatro Principal acogió la obra de Diosdado, El cielo que me tienes prometido, una comedia dramática -con las actrices María José Goyanes, Elisa Mouliaá e Irene Arcos, además de la voz en off de Emilio Gutiérrez Caba- que recrea la tensión entre Teresa de Jesús y la Princesa de Éboli tras el traslado de la segunda al monasterio de Pastrana.

La función se estrenó en abril en Ávila y, tras viajar por distintas ciudades, «habíamos retomado la gira dos días antes del fallecimiento de Ana», señaló horas antes Salvador Collado, que apuntó que llevarla a escena «ha sido emocionante desde el primer día» y «durísimo» tras su muerte.

La actriz y amiga María José Goyanes, que interpreta a Santa Teresa, declaró que «afortunadamente seguimos haciendo su función y es una manera de estar con ella. Y es estupendo poder hacerlo porque parece que sigue ahí y que de alguna manera sigue viva».

También las actrices Mouliaá y Arcos, el director musical y su ayudante de dirección destacaron de Diosdado su amor por la palabra y su compromiso con el teatro.