Treinta años dedicados al público más joven. Y no solo como sala de exhibición sino como centro de formación, sede de encuentros y contenedor de exposiciones. Todo ello relacionado con el mundo teatral. Por este bagaje, el Centre Teatral Escalante de Valencia se alzó ayer con el Premio Palma de Alicante que concede la Muestra de Teatro Español de Autores Contemporáneos, un galardón honorífico que quiere reconocer «el intenso trabajo desarrollado desde su fundación a favor de una dramaturgia destinada a los públicos de edades más pequeñas».

Este centro, dirigido por Vicent Vila, abrió sus puertas en 1985, de la mano de la Diputación de Valencia, y a lo largo de este tiempo son ya 35 espectáculos realizados, cerca de dos millones de espectadores y más de 500 representaciones las que ha acogidao entre sus muros. Además, en 1989 se amplió el proyecto, con festivales, ciclos y producciones propias. En su décimo aniversario, el Centre Escalante abrió una escuela de teatro para adultos y niños, a través de talleres, aulas y especialidades teatrales, además de ampliar sus inquietudes con una sala de exposiciones para mostrar el proceso escénico y mirar detrás del telón.

El Palma de Alicante no es, de hecho, el primero que recibe esta iniciativa. Este proyecto cuenta ya con la Medalla de Plata de las Bellas Artes del Ministerio de Cultura, tres premios Max -dos al mejor espectáculo infantil y uno al mejor vestuario-, el Premi Extraordinari de la Critica Teatral Valenciana, el Premi Coherent de l'Avetid y el Narcís Blanc de la AAPV.

El acta fue leído por el diputado de Cultura, César Augusto Asencio, a quien acompañaron el concejal de Cultura, Daniel Simón; el responsable del Teatre Arniches, Juan Gallego; el delegado de SGAE en la Comunidad Valenciana, Antonio Martínez Bodí, y el director de Muestra, Guillermo Heras, durante el fallo de este premio que se dio a conocer en el Instituto Juan Gil-Albert, colaborador de este encuentro, al igual que la Universidad de Alicante.

Diversidad es el término que mejor define, según Heras, la XXIII edición de la Muestra de Teatro, con el encuentro de distintos lenguajes, «desde expresiones de radicalidad dramatúrgica hasta textos clásicos, pasando por el teatro de calle basado en una dramaturgia consistente», que se podrán ver hasta el día 14.

El director de este ciclo, que cuenta con un presupuesto de 256.400 euros, «la mitad del que teníamos hace cinco años», abogó por convertir a Alicante «en la capital de la dramaturgia española» a lo largo de todo el año», no solamente durante una semana, «a través de iniciativas que poco a poco iremos concretando», y lanzó el guante para que el Ayuntamiento de Alicante recupere el Premio Carlos Arniches o el Instituto Juan Gil-Albert vuelva a acoger el laboratorio de dramaturgia celebrado hace años.

En este sentido, aseguró que «tengo ya marcadas reuniones con el director del Teatro Principal, Paco Sanguino, para perfilar algunas ideas que me ha planteado y ver la posibilidad de llevarlas a cabo». Y, afirmó, «hablo de recursos no solo de dinero». Como temas pendientes, la creación del Centro de Dramaturgia Contemporánea o la Casa del Traductor, «proyectos planteados hace años, pero que si logramos consenso y conseguimos algo más de presupuesto pues podremos realizar cosas nuevas».

Simón apoyó el planteamiento de Heras asegurando que «tenemos ideas que esperamos que se concreten en el futuro».