¿Es difícil triunfar en este mundo y hacerse con un estilo propio habiendo tanta competencia?

No es tarea fácil, normalmente la competencia en el mundo de la magia es muy sana y se respira un ambiente muy familiar entre compañeros, pero hay veces donde la competencia es muy agresiva y ciertos «magos» piensan que todo vale, mienten en sus carteles, van a locales donde tú trabajas para ofrecerse por menos dinero, se venden como lo que no son y se aprovechan de que la gente no tiene información para contrarrestarlo. Para mí lo importante es tener un buen espectáculo, trabajar para seguir mejorando sin mirar al de al lado y que la gente disfrute de algo único y personal.

¿Cómo definiría su magia?

Mi magia es muy personal, me gusta que sea estética, que tenga un mensaje que te mueva algo por dentro, que sea imposible y fascine tanto a la mente y al corazón. Me gusta que sea algo más que un mero truco, que tenga alma, que tenga algo mío. Al fin y al cabo mi magia es la forma que tengo para expresarme artísticamente.

¿Le gusta que le llamen ilusionista o prefiere mago?

Para mí el mago es Gandalf, Merlin, Dumbledore... son magos que tienen poderes mágicos sobrenaturales. Yo soy un ilusionista, un mentalista, una persona como tú, lo que hago es generar la ilusión de que soy capaz de hacer cosas imposibles. No quiero engañar a nadie diciendo que tengo poderes «mentales», como por ejemplo hablar con los muertos, cuando la realidad es que eso es un truco, me parece mezquino y ruin.

¿Cree que hay un boom de magia que corre el riesgo de cansar al público?

Yo creo que es bueno que la gente vea buena magia, porque mientras la magia que vean sea buena nadie se cansará. Todas las semanas se estrenan películas, hay nuevos conciertos, pero nadie se cansa del cine o de la música, el problema viene cuando la magia que ve la gente es siempre la misma, los mismos magos haciendo lo mismo... eso sí que cansaría al público y le introduciría en la cabeza la idea de «visto un mago, vistos todos».

¿ Cómo prepara sus números, entrena cada día, los cambia o mejora?

Mis números los preparo a partir de una idea, imagino algo imposible que quiera conseguir y trabajo para hacerlo realidad. Para ello hay que trabajar cada día, ensayar, estudiar constantemente. Durante muchos años los números van cambiando, van mejorando, van evolucionando, es parte del proceso creativo, puede pasar más de cinco años y que un número de magia aún no esté cerrado del todo.

¿Cuál es su juego de magia favorito?

El juego de magia que más satisfacciones me ha dado y con el que gané el premio mundial de magia fue con el doblado de metales. De hecho es el que más disfrutan los espectadores y el que más difusión mediática me ha dado en televisiones. Es un juego que me acompaña desde 2005 y siempre está en mi repertorio es mi juego credencial, estoy muy orgulloso del resultado.

¿Si ve a otro mago actuar, es capaz de desentrañar sus secretos?

Cuando veo a otro mago actuar intento no pensar mucho en los secretos, es cierto que muchas veces, sin querer, ves ciertas cosas que no deberías ver. Y si me pusiese a destripar su número posiblemente sabría cómo lo hizo. Pero lo importante es ponerte en la piel de alguien que quiere disfrutar de un instante mágico, porque la magia es cosa de dos, si el espectador no quiere no va a fascinarse. Aunque es cierto que a veces veo a magos y no tengo ni la más mínima idea de como ocurrió? y es delicioso disfrutar de esa sensación.

¿Conoce a algún mago alicantino, hay cantera en la provincia?

En el panorama alicantino hay de todo, pero por suerte tenemos varios magos que tienen una calidad mágica y artística que están dando y van a dar mucho que hablar, Manolo Costa, David González, Adrián Carratalá... ¡Atentos a esos nombres!