Investigadores del Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont han descubierto un nuevo primate, al que han llamado Pliobates cataloniae, que podría haber sido el último ancestro común entre gibones, y grandes simios y humanos.

El director del Institut, Salvador Moyá-Solà, y el investigador principal del estudio, David Alba, destacaron ayer al presentar el hallazgo, que el descubrimiento se ha hecho a partir de un esqueleto de 11,6 millones de años encontrado en el yacimiento paleontológico que hay en el vertedero de Can Mata, en Els Hostalets de Pierola (Barcelona), el más importante de primates fósiles del continente euroasiático del mioceno mediano.

Los restos encontrados de este nuevo primate, 70 restos óseos del cráneo y otros de la pierna y el brazo izquierdo, corresponden a una hembra adulta a la que los paleontólogos han bautizado como Laia, que pesaba unos 4-5 kilos, se alimentaba de frutos blandos y trepaba y se colgaba por las copas de los árboles.

El cráneo ha sido reconstruido virtualmente con escáneres de alta resolución y con los restos de las extremidades se ha visto que Laia tiene algunos caracteres primitivos, como la anatomía del brazo, la articulación entre el húmero y el radio, y los huesos de la muñeca, que presentan el diseño básico de hominoideos actuales.

El trabajo de este equipo, publicado en Science, cambia radicalmente el modelo aceptado hasta ahora sobre el ancestro de los hilobátidos y los homínidos.