«Las exposiciones, que sirven para actualizar conocimientos, a veces se convierten en una sorpresa», declaró ayer Manuel Olcina, director técnico del MARQ, en la inauguración de la exposición Cocentaina, arqueología y museo, con 270 piezas que forman parte del rico patrimonio cultural y arqueológico de esta localidad.

Una de ellas, que ya era importante tras su hallazgo en unas obras de 1983 en el patio del Palau Comtal de Cocentaina, el escudo de los Condes de Corella, del siglo XV, ha sido la que ha dado la sorpresa al descolgarlo de donde estaba expuesto para su traslado a Alicante, ya que los trabajos de montaje de los técnicos del MARQ han descubierto un relieve romano en el reverso del escudo.

«Se tenía alguna noticia de que estaba labrado pero al traerlo aquí, al darle la vuelta y limpiarlo se ha visto que es un relieve arquitectónico romano, probablemente de un templo», apuntó Olcina, que contrastó su antigüedad con la visita reciente de especialistas en arquitectura romana al MARQ, « y nos ha abierto una línea de estudio con el propio escudo, que se encontró como material de derribo entre las obras».

La pieza se ha revelado como una parte de un entablamento romano que estaba decorado con una sucesión de bucráneos (cráneos de toros) enlazados por guirnaldas vegetales, habitual en los frisos romanos.

«Esa pieza romana, mármol de Carrara, es difícil que provenga de una localidad cercana, porque es de una calidad excepcional, y dado que el conde de Corella estuvo en Italia y participó en la conquista de Nápoles por Alfonso el Magnánimo en 1443, es posible que ese mármol lo trajera desde Italia hasta Cocentaina», explicó el director del MARQ, que aclaró que «esta es una historia que empieza ahora mismo, pero probablemente decoró originalmente el palacio del conde y aprovecharían la piedra para labrar el escudo».

La exposición, que permanecerá en el MARQ hasta el 14 de febrero de 2016, es una oportunidad para ver de cerca este hallazgo, que se añade a otras valiosas piezas como el Retablo de Santa Bárbara del siglo XV, la Biblia Sacra, el Privilegio de Concesión de Fira a Cocentaina por el rey Pere IV en 1346 o, más actual, la partitura original del pasodoble Paquito el chocolatero que compuso Gustavo Pascual para las fiestas de Moros y Cristianos y que dedicó a su cuñado, chocolatero.

Todo este patrimonio arqueológico procede del Museo Municipal de Cocentaina, en el Palau Comtal, y el Museo del Centre d'Estudis Contestans (CEC).