¿Cómo es su última novela, Una chica de asfalto

Es una comedia romántica, una historia divertida y fresca. Es la historia de Claudia y Arturo. Claudia es subdirectora en una oficina de banco a la que, tras ser su entidad intervenida por el FROB y haber sobrevivido a un ERE, la trasladan a una diminuta sucursal en un pueblecito de Navarra. Allí, tendrá que convivir con su casero, Arturo, un ganadero tan atractivo como irritante al que las deudas están ahogando y se ha visto obligado a tener una inquilina en su casa.

¿De dónde viene su interés por la escritura? Su puesto de trabajo parece alejado del mundo editorial.

Siempre me ha gustado leer, escribir... De hecho, estudié Traducción e Interpretación y me especialicé en Traducción Literaria. Lo que ocurre es que, aunque he trabajado como traductora, al final, mi vida laboral tomó otro rumbo. Hace algunos años retomé la afición a escribir y realicé un pequeño curso de escritura creativa, gracias al cual escribí mi primera novela. Tras haberme presentado al I concurso de Microrelatos Falleros de periódico Levante y haber resultado seleccionada entre los 100 mejores, me animé a enviar esa historia al I Premio HQÑ (editorial Harlequin). No resultó ganadora, pero la publicaron en su sello digital para dar el salto al papel.

Trabaja en el sector aeronáutico y estuvo un tiempo en el aeropuerto de Valencia. ¿Se ven historias de amor en los aeropuertos como nos hace ver el cine?

¡Claro! El amor está en todas partes y conozco parejas cuyo amor ha surgido en un aeropuerto.

¿Por qué novela romántica?

Es un género que me gusta leer y que me divierte. De todas formas, no descarto probar más adelante otros géneros. Me gusta mucho la literatura fantástica y la infantil y juvenil.

Hay quien lo califica como un género menor.

No creo que haya géneros menores. Aunque sí hay géneros que han sido menospreciados: la ciencia ficción, la fantasía, la novela romántica... Yo creo que hay historias bien o mal escritas. Eso no depende del género.

Sin embargo vende muchos ejemplares.

Bueno, no se puede negar que la novela romántica vive un buen momento. Como te decía, creo que la gente necesita evadirse un poco de la situación actual que vivimos.

El amor siempre vende...

Es que yo creo que el amor es lo que nos mueve. ¿Cómo no va a vender?

Aunque dicen que el sexo más. ¿Hay erotismo en sus novelas?

El género está en auge gracias a E. L. James, pero no es nada nuevo, siempre ha estado ahí. En cualquier caso, no, yo no escribo novela erótica. Sí hay secuencias eróticas en algunas de mis novelas, pero mis historias no son eso. Yo tiendo más hacia el chick-lit o la novela contemporánea.

¿La sombra de Grey es alargada?

Ha dado mucha más visibilidad a la novela erótica, pero también a la romántica.

¿Quiénes son sus referentes literarios?

Charlotte Brontë, J. R. Tolkien, Carmen Martín Gaite, Marian Keyes y Laura Gallego son, cada uno dentro de su género literario, de mis autores favoritos.