«El futuro es muy flexible cuando hablamos de cine», señaló el Premio Princesa de Asturias de las Artes, el cineasta Francis Ford Coppola que, desde un clásico café de Gijón, animó ayer a los nuevos realizadores a experimentar sin pensar en el dinero. «Si no podemos experimentar como los pioneros del cine, cómo vamos a conseguir que el cine evolucione, cómo van a ser las películas de nuestros nietos», se preguntó ante un centenar de estudiantes de cine y realizadores con los que se ha dado cita y charlado en el Dindurra, un café anexo al teatro Jovellanos donde asiste a un encuentro con el público al que también acudió como espectadora de excepción la reina Letizia.

Tras reunirse brevemente con la Reina y saludar al músico Carlos Núñez, que cerró el acto, y a Maribel Verdú, protagonista de Tetro, uno de sus últimos trabajos, el director de El Padrino subió al escenario del Jovellanos, donde, desde un viejo sillón de cuero se sometió a las preguntas del público en compañía del director Rodrigo Cortés, que ejerció de hilo conductor.

Directores, realizadores y productores como Marcos Merino, Amanda Castro, Geno Cuesta, Carmen Comadrán o José Braña participaron en este encuentro en el que el director de El Padrino les animó a hacer preguntas difíciles o a hablar de tecnología, actores o guiones, pero también, sobre el futuro del cine.

Delante de un café y de un vaso de agua sobre una clásica mesa de mármol blanco, Coppola les dijo que cada uno de ellos son únicos y un milagro, por lo que sería un desperdicio que hicieran una película con la que ganar dinero que podrían dirigir otros directores. «Haced películas personales porque ese es el milagro del arte, y el arte tiene que tener riesgo, que es lo que le hace bonito», indicó antes de advertirles de que la «idea de que un artista se haga rico es algo nuevo porque antes con ganar para comer era suficiente».

También les ha animado a ver muchas películas «porque se aprende mucho», pero también a estudiar porque «el aprendizaje es uno de los grandes placeres de la ida que no da problemas como el comer, que engorda, o el beber, que enferma». Tras reconocer que, para él, hacer una película «es reinventarse uno mismo», se mostró convencido de que el cine actual no sería tan violento si dependiese de los directores.

Guionista, productor y director, señaló que después de años en los que cine y televisión se veían como algo distinto, en la actualidad «son casi lo mismo», lo que se ha mostrado convencido de que las nuevas plataformas de contenido audiovisual van a tener una gran relevancia.

Apasionado reconocido de la tecnología desde la infancia, el director de Apocalyse now prevé que en unos tres años la industria y distribución, hoy en manos de empresas de telecomunicaciones como Sony, pase a sociedades como Google o Apple «porque de lo contrario se quedarán fuera del negocio».

Coppola, que durante una hora y media se sometió a numerosas preguntas, finalmente se lanzó a hablar por propia iniciativa del futuro del cine. «El futuro del cine está en la escritura», dijo tras recordar que con la novela se ha experimentado durante 400 años y que con el cine puede pasar lo mismo y conseguir que sea algo moderno e interesante.