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Tirso Calero debuta en la literatura con Planeta

El autor alcoyano, jefe de guionistas de la serie Amar es para siempre (Antena 3), publica Besos y Balas. El último viaje de Víctor Reyes

Tirso Calero debuta en la literatura con Planeta

Al alcoyano Tirso Calero no le faltan motivaciones. Tampoco excesos de trabajo. Cine, teatro, televisión y ahora, para cerrar el círculo cultural, ficha por Planeta para la publicación de su novela Besos y Balas. El último viaje de Víctor Reyes, inspirada en el personaje que encarna Juanjo Artero en la serie de televisión Amar es para siempre de Antena 3 (y en la que Calero ejerce como jefe de guionistas). La salida de su nueva creación, su debut literario, está previsto para primavera.

«Es mi primera novela. Anteriormente, había colaborado en algunos libros de docencia dedicados al mundo del cine, pero nunca había escrito una novela. Es una novela ligada al mundo de Amar es para siempre. Cuenta, en clave policíaca, las desventuras de uno de los protagonistas más queridos de la serie, el prófugo Víctor Reyes. La novela está concebida como un thriller pero tiene un fuerte componente romántico», señala el escritor Tirso Calero, quien agrega que «cuando recibí el encargo de escribir una novela sobre Amar es para siempre, pensé rápidamente en el personaje de Víctor Reyes. Es uno de los personajes que más juego nos ha dado desde el punto de vista argumental. A partir del personaje, es cuando empecé a desarrollar una historia a su alrededor. Una historia que debía tener acción, suspense, romanticismo y cinismo? pues así es Víctor Reyes».

Tirso Calero, que también ha probado exitosamente con el teatro (crítica y público respaldaron su innovadora propuesta con Love Room), admite que las técnicas con que desarrolla los guiones han sido claves, o al menos parciales condicionantes, en su nuevo libro de corte literario. «Respecto a mi oficio de guionista, creo que el lector notará esa influencia al encontrarse con capítulos bastante cortos y con mucho diálogo. Además, intento que la novela sea eminentemente visual y dinámica. Al fin y al cabo, es un entretenimiento. Una novela ligera que te enganche y quieras devorar de forma rápida», admite.

Calero, que hace unos meses estrenaba su última película, Blockbuster, con la que obtuvo Mejor Guión y Mejor Actor en el Festival de Cine de Alicante, señala que entiende por una buena novela «lo mismo que entiendo por una buena película». Y así lo explica: «Necesito que me aporte algo. O bien un entretenimiento, o una reflexión, o una emoción. No me puede dejar indiferente. Pero no creo que haya un modelo para delimitar qué es bueno y qué es malo. Hay películas eminentemente comerciales que son buenas, mientras que hay otras intelectuales y sesudas que son malas. Creo que lo más importante es tener en cuenta el fin de cada obra. En el caso de la presente novela, su finalidad es entretener con dos elementos que no deben olvidarse. Es un policíaco y debe tener una gran conexión con lo que representa la serie Amar es para siempre. Si a la hora de escribirla, logro unir armoniosamente esos dos conceptos, puede ser una buena novela».

Calero, que se declara admirador del género policíaco con las novelas de John LeCarré y Conan Doyle, reconoce que en la redacción de la obra no ha podido separarse de la obsesión de a qué perfil de lector se dirige, con el trasfondo claramente de audiencia al que atiende la serie de televisión Amar es para siempre, principal motivo del nacimiento de este libro.

«No puedo pasar por alto que el origen de la misma se llama Amar es para siempre. No es cuestión de pensar en audiencias millonarias pero sí debo tener en cuenta que el público potencial de la novela es el que ve la serie. Afortunadamente, son muchos espectadores y congregamos diariamente frente al televisor a casi 2 millones de personas. Mi objetivo es no defraudar a esa gente y también interesar a los lectores habituales de novelas policíacas», afirma.

El alcoyano Tirso Calero está muy satisfecho por haber podido firmar su primera novela con el sello de Planeta, que asegura una amplia distribución, aunque eso no le exime del riesgo de ver cómo responderán los lectores y qué ventas tendrá el libro. En cualquier caso, continúa volcado con su trabajo, que le obliga a escribir seis horas diarias. Sin excepciones. «Es la única manera de llegar a todos mis compromisos. Tenga o no tenga inspiración, debo sacar esas 6 horas diarias», comenta.

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