Alfredo Aracil (Madrid, 1954) recibió también ayer el Premio Nacional de Composición, por su capacidad para «conjugar la extrema novedad con la expresión poética más sutil, y por la gran originalidad de sus propuestas sonoras, que se acercan a otras artes», según el jurado. El premiado afirmó que «cuando uno lleva ya 40 años componiendo y con fortuna, supones que estás en el cesto, y este año ha sido esa ocasión». También destacó que «nuestra música no es comercial y no puede depender de cuántos discos o entradas vendas».