La ciencia necesita un «cambio radical» y hay que pedir a los partidos que se pronuncien y a los ciudadanos que «lo tengan en cuenta antes de ir a votar», indicó Lerma en una entrevista a la agencia EFE, en la que pide además una «acción urgente» para devolver a España «a los años dorados» donde el pico de inversión fue en 2009. No obstante, según el director de este centro alicantino, en España se sigue haciendo «buena ciencia», pero ahora «nos planteamos un dilema: hasta aquí hemos llegado, qué podemos hacer más».

A juicio de este investigador, las estructuras que sostienen la gestión de la ciencia española están ya «obsoletas y necesitan un cambio radical». Sin embargo, lo que se está haciendo «es para mal: vamos a retroceder aún más no solo en el presupuesto, sino en la gestión».

«Esto hay que denunciarlo y pedir un cambio de actitud política y de gestión de la investigación para que seamos más eficaces y competitivos», subrayó Lerma, para quien el sistema funcionarial no es compatible con este objetivo y necesidades. La carrera científica «no es compatible con un sistema que se rige por las mismas normas que se rigen los negociados de cualquier ministerio de clases pasivas», según el director de este instituto.

Para este neurocientífico, habría que empezar por un sistema mixto y abierto para que «en unos años los funcionarios de la investigación desaparezcamos; no creo que haya que cortarle la cabeza a nadie pero sí poner los mimbres de la cesta del futuro y esto no se está haciendo, lo que se ve es más al contrario». En este sentido, denuncia una «mayor burocratización, mayor control, rigidez y más papeles para hacer lo mismo».

¿Y dónde está el problema? Según Lerma, se trata de «una obra grande que hay que hacer y para ello hay que estar convencido de que la investigación puede ser el motor de futuro»; sin embargo, «si se tiene como adorno, uno no se preocupa por que ésta sea eficaz».

En cuanto al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) -su instituto es un centro mixto dependiente de este organismo y de la Universidad Miguel Hernández de Elche-, Lerma asegura que las autoridades del CSIC «son honestas y están luchando, pero el organismo está inmerso en la Administración General del Estado, con las mismas reglas que cualquier otro ministerio». En este sentido, destaca que «hay que sacar al CSIC y a los organismos públicos de investigación de ese embrollo administrativo y darles flexibilidad».

Lerma, quien recuerda que el científico «trabaja más que cualquier otro funcionario porque simplemente está trabajando todo el día, incluido los fines de semana», aclara que tener mayor flexibilidad no quiere decir que no haya controles y supervisión. «A los científicos nos están evaluando continuamente, cuando presentamos un proyecto, publicamos un artículo, etc».

Lerma insiste en pedir a los políticos que se pronuncien: «Tengo idea de que algunos están contactando a ciertos científicos pero aún no sé si es una preocupación de los partidos». «La I+D ha desaparecido de los programas electorales y tiene que volver».

Precisamente, Lerma participó la pasada semana en La Palma, al igual que otros directores de centros con el sello de excelencia Severo Ochoa, en el foro «100xciencia», donde se aprobó un comunicado en el que estos centros exhortan a los dirigentes políticos a formalizar un pacto por la ciencia que garantice la estabilidad financiera en esta materia y a realizar urgentemente una reforma profunda de las leyes que gobiernan la actividad científica.

Asimismo, piden a los partidos que clarifiquen sus posturas en los programas electorales.