El rey Felipe VI abogó ayer por incrementar la inversión pública y privada «todo lo que sea posible» para situar la ciencia en «el lugar más elevado», durante el acto de entrega de los Premios Jaime I, en el cual los investigadores reclamaron un pacto por la ciencia. La Lonja de Valencia acogió ayer la vigésimo séptima edición de estos galardones en un acto al que también asistieron el president de la Generalitat valenciana, Ximo Puig; el ministro de Sanidad, Alfonso Alonso; y el alcalde de Valencia, Joan Ribó, entre otras autoridades políticas y de la sociedad valenciana.

Dotados con 100.000 euros, este año los galardonados han sido Luis Liz Marzán (Investigación Básica), Juan José Dolado (Economía), Josep Brugada (Medicina Clínica), Josep Peñuelas (Protección del Medio Ambiente), Pablo Artal (Nuevas Tecnologías), Óscar Landeta (Emprendedor) y la Asociación Española Contra el Cáncer (Compromiso Social).

El Rey, que pronunció una parte de su discurso en valenciano, consideró que las instituciones, las administraciones y la sociedad en general deben «involucrarse en la misión del científico», porque, «en última instancia, esto significa comprometerse con el progreso de todos».

Los galardones, dijo el monarca, son «buena prueba» de la, a su juicio, necesaria internacionalización de la ciencia «y de los réditos que aporta a cualquier país tener investigadores con experiencia en otras naciones e instituciones». «El ejemplo que aportan estos premios y sus premiados es fundamental. En España, como país moderno y avanzado, hemos de apoyar e impulsar la actividad investigadora contribuyendo a su causa, que es la causa del progreso», añadió.

El president de la Generalitat valenciana, Ximo Puig, aseguró que es «exigible» un pacto por la ciencia y que «no hay futuro sin innovación», y reclamó dotar de la «máxima visibilidad» el trabajo de los investigadores y acompañar este reconocimiento con una estrategia «lejos del cortoplacismo».

En su intervención, aseguró que vivimos «la peor crisis desde los años 70» y que para superarla «no hay atajos, solo hay un camino seguro: el del trabajo, el esfuerzo y la innovación», y reclamó la participación de la Comunitat Valenciana en reformas necesarias para superar la crisis.

«Los cinco millones de valencianos y valencianas vamos a dar un paso adelante, con lealtad y con firmeza, para superar nuestra invisibilidad, porque así podremos formar parte activa del futuro de España», aseguró dirigiéndose al Rey, al que dijo que nadie como él entiende «el valor de la regeneración institucional».

El alcalde de Valencia, Joan Ribó, reivindicó en su turno que el apoyo a la investigación es «una premisa» que cualquier administración debe recoger en su programa de gobierno y pidió «tender puentes con la ciudadanía para despertar el interés por las ciencias y las tecnologías», porque existe «una potencial relación entre los avances científicos y los avances sociales».

Tras destacar y defender el papel protagonista de la mujer en el ámbito de la ciencia y la investigación para «ser capaces de construir sociedades libres», instó a hacer «un gran esfuerzo colectivo que acabe con la diáspora de talento valenciano y español producido en los últimos años».

En nombre de los premiados, intervino Josep Brugada quien reclamó un «gran pacto por la ciencia», que posteriormente asumió Puig, que permita poner en marcha la Agencia Estatal de Investigación, encargada de la gestión y distribución de los recursos. «Los premios han de ser un estímulo colectivo para promocionar la noción de que somos un país que se preocupa por la ciencia y las personas», dijo y agregó que la investigación «solo tiene sentido si sirve a las personas», y el reconocimiento personal «sí sirve para plantear nuevos retos». También afirmó que, si somos capaces de recuperar a los investigadores que han tenido que salir del país, «habremos dado un salto cualitativo relevante en la investigación y convertido una crisis sin precedentes en una oportunidad para la modernización de nuestro país».

El investigador Pablo Artal, Premio nuevas tecnologías, consideró una «idea estupenda» un pacto por la ciencia y la tecnología aunque se mostró «muy escéptico» con su desarrollo.