Miguel Ángel Perera sufrió ayer una espeluznante cornada por parte del tercer toro de la corrida que se celebró ayer en Salamanca, el cual prendió al torero cuando lo recibía de rodillas con el capote, hiriéndole certeramente antes de lanzarle dentro del callejón, según fuentes presenciales.

El toro, de la ganadería de Domingo Hernández,cogió a Perera de lleno, al hilo de las tablas, levantándole con el pitón dentro y, ya en el aire, zarandeándolo violentamente hasta acabar despedido dentro del callejón de la plaza, de donde le recogieron para trasladarle a toda prisa a la enfermería, donde entró sangrando y consciente.

La secuencia tan terrorífica del percance y la cantidad de sangre que empezó a brotar según le conducían a la enfermería, hace pesar que lo que sufre puede ser bastante grave.

El entorno del diestro apuntó que Perera podría llevar dos cornadas en el bajo vientre, además de una fuerte contusión en la espalda, pero se desconocía con exactitud.

Al cierre de esta edición, el torero se encontraba en la mesa del quirófano de la enfermería del coso de La Glorieta, donde los doctores continuaban operándole. El parte médico detallará con precisión la gravedad y los daños ocasionados por la cornada.

El director de lidia, Julián López El Juli, fue el encargado de hacerse cargo del toro agresor, con el que nunca se confió a pesar de que el animal sirvió en la muleta.

El propio Juli no quiso saber nada del toro que abrió plaza, mientras que el segundo espada del cartel, el francés Sebastián Castella, estuvo muy importante con un toro, el segundo, que no regaló nada. El Juli cortó la única oreja de su actuación en La Glorieta tras una faena basada en el pitón derecho obstaculizada por el viento. Al que cerraba plaza y que hubiera correspondido a Perera, el francés compuso un faena larga a un toro de notable juego.