Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El Gil-Albert sigue sin equipo un mes después de nombrar al director

El presidente de la Diputación no ha aprobado aún la elección de los directores de área con los que Ferrándiz Lozano debe diseñar actividades

El Gil-Albert sigue sin equipo un mes después de nombrar al director jose navarro

El Instituto Alicantino de Cultura Juan Gil-Albert se encuentra con patrón pero sin marineros. Un mes después de que el presidente de la Diputación, César Sánchez, firmara el decreto de nombramiento de José Ferrándiz Lozano como director de esta entidad, con fecha del pasado 6 de agosto, su responsable continúa sin equipo con el que poder trabajar y diseñar actividades para el Instituto.

A pesar de que Ferrándiz Lozano tomó posesión efectiva de su cargo el pasado 24 de agosto, varios días antes elevó a la Presidencia de la Diputación su propuesta para diseñar el equipo que le acompañará al frente de este órgano autónomo, dependiente de la institución provincial, sin que hasta la fecha haya obtenido respuesta.

De hecho, es el presidente de la Diputación quien debe aprobar el nombramiento de los cuatro directores de departamento del Gil-Albert: Arte y Comunicación Visual, Revistas, Publicaciones e Investigación y Humanidades y Ciencias. Este último es el único resuelto, ya que lo ocupará Ferrándiz Lozano, puesto que los nuevos estatutos del Instituto -en vigor desde el pasado 25 de mayo- establecen que el director cultural del centro debe dirigir también uno de los departamentos. Cada departamento, a su vez, contará con subdirectores de sección que, como es obvio, tampoco han sido elegidos.

Y tampoco está aprobada aún la composición de la Junta Rectora del Instituto -que, entre otras funciones, puede concretar las actividades de los departamento, incluso creando otros nuevos o subdividiéndolos en secciones-, algo que también depende en parte del presidente de la Diputación.

La Junta Rectora, responsable de aprobar el plan anual de actuaciones y el presupuesto del Instituto, debe estar constituida por nueve miembros con voz y con voto: seis de carácter político (presidente, vicepresidente, diputado de Cultura y tres diputados provinciales de la comisión de Cultura, elegidos por el pleno de la misma) y tres de carácter profesional o técnico (el director cultural del Instituto -Ferrándiz Lozano- y dos vocales «de reconocido prestigio en el campo de las Ciencias, las Letras o las Artes» designadas por el presidente de la Diputación, según rezan los estatutos).

Además, el puesto de director-gerente debe realizarse mediante proceso de selección.

Ante estas lagunas, el director del Gil-Albert poco puede hacer mientras no tenga con quien diseñar su programa de actividades, ni quien se lo apruebe.

Ferrándiz Lozano, que no ha entrado a valorar el porqué de este retraso, se encuentra desde el día 24 en el Gil-Albert atendiendo visitas, recibiendo propuestas y reuniéndose con el personal administrativo. «Yo estoy deseoso de contar ya con el equipo que me va a acompañar, pero aún no puedo tomar decisiones. Estoy a la espera de desarrollar el plan de actividades», ha manifestado.

Desde la Diputación de Alicante han señalado que los nombramientos pendientes se realizarán «lo antes posible», pero no han avanzado fecha próxima.

El anterior equipo del Gil-Albert, dirigido por José Luis Ferris, cesó en cuanto se renovó la Diputación, por lo que no hay comprometidas actividades para este último cuatrimestre. Sin embargo, aún queda algo de presupuesto por ejecutar hasta final de año, que debería emplearse en actividades del Instituto.

En la pasada legislatura, a pesar de que el nombramiento del anterior director del Gil-Albert también se hizo esperar, su designación se aprobó al mismo tiempo que la de sus directores de área y veinte días después ya tenía completo el equipo.

En declaraciones anteriores a este diario, Ferrándiz Lozano tenía intención de poner en marcha el Gil-Albert en octubre, una vez confeccionada la estructura del Instituto, pero a este paso va a ser difícil que eche a andar antes de final de año. No obstante, el edificio de la Casa Bardín está abierto al público tras las vacaciones de agosto y a él llegan publicaciones encargadas por el equipo anterior, que deberán ser presentadas por el nuevo, cuando se forme.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats