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Juliette Binoche es una gran actriz y lo demuestra en cada trabajo, como en L'Atessa, una película que sin ella no tendría la fuerza ni la categoría de estar en la competición de Venecia. Y lo que ella pide a un director es simple: libertad. «Yo espero de un director que te dirija, que te inspire, pero también que te deje libre». Eso es lo que pidió la actriz al realizador italiano Piero Messina en el tercer día de rodaje, como explicó ayer en rueda de prensa.

Messina, que debuta con esta película como realizador de largometrajes, estaba nervioso y lo quería controlar todo, incluso a la actriz. «El primer día fui paciente y el segundo también, pero el tercero le dije que parara y nos sentamos juntos a hablar», explicó la actriz francesa.

«Le pedí que me dejara tres tomas totalmente libres y el resto lo que él quisiera, pero yo necesito un poco de libertad», apuntó la protagonista de Cache.

Binoche insistió en que «algo tiene que nacer en ti» y, si el director trata de imponerse, esa magia desaparece.

En L'Attesa, Binoche interpreta a una madre que acaba de perder a su hijo y de pronto aparece una novia del joven que ni conocía y no se siente capaz de decirle que Giuseppe ha muerto.

Rodada en la zona de Ragusa, en Sicilia, en un paisaje duro y con pocos personajes, la película avanza con lentitud y con mucho cuidado estético. A través de imágenes poéticas y momentos de oscuridad total, Messina construye una película interesante que se centra absolutamente en la interpretación de Binoche.