­Ingres en el Prado, Munch en el Thyssen-Bornemisza o Kandinsky en CentroCentro forman el programa expositivo del otoño madrileño, mientras que la admiración de Picasso por El Greco y la relación de Miró con el objeto son algunos de los atractivos de la temporada en los museos de Barcelona.

En Madrid también serán protagonistas los pintores del lejano Oeste, Max Bill o Pierre Bonnard en la primera exposición que se organiza en España, a partir del 3 de noviembre en el Thyssen, dedicada a los artistas que en el siglo XIX abrieron el camino para representar los paisajes y las formas de vida de sus pobladores, las tribus indias.

Con el título El Divino Morales, el Museo del Prado dedicará, a partir del 1 de octubre, una exposición a Luis de Morales, una de las personalidades más originales y reconocibles del Renacimiento español.

Catorce de las obras más bellas del Tesoro del Delfín junto a otras procedentes de Florencia y París forman Arte transparente. La talla del cristal en el Renacimiento milanés, que abrirá sus puertas el 14 de octubre.

Y a finales de noviembre, el Prado inaugurará, con la colaboración del Museo del Louvre, la muestra dedicada a Ingres, cuya obra constituye un jalón esencial hacia las revoluciones artísticas de finales del siglo XIX y principios del siglo XX.

Edvard Munch regresa a España después de más de treinta años y lo hace con la exposición que el Museo Thyssen-Bornemisza va a dedicar a partir del 6 de octubre al artista noruego, uno de los padres de la modernidad junto a Cézanne, Gauguin y Van Gogh. A través de ochenta obras, la mitad de ellas que proceden del Museo Munch de Oslo, Edvard Munch. Arquetipos pretende mostrar un amplio catálogo de modelos emocionales del hombre contemporáneo.