La subida del precio de las entradas de cine ha hecho que las salas de proyección lancen una serie de ofertas que consigan atraer al público.
La gente empezaba ya a estar molesta por tener que pagar unos precios disparatados para ver una película y eso se estaba traduciendo en un descenso del número de asistentes a las salas de cine. Es por este motivo por el que se empieza a aprovechar cada vez más el día del espectador, un día a la semana en el que la entrada es mucho más barata. Además de promociones con cupones o fiestas del cine.
Es un día que la gente suele aprovechar durante todo el año, pero es cierto que cuando no hay vacaciones resulta más difícil al ser entre semana.
Sin embargo en verano eso no es problema. «La gente en verano está de vacaciones y le da lo mismo que sea miércoles que sábado. El día del espectador se aprovecha mucho más en estas fechas», asegura el director de operaciones de los cines Kinépolis de Plaza Mar 2.
Al final se trata de que todo el mundo tenga la opción de poder disfrutar del cine, sin que el precio de la entrada suponga un problema para el espectador.
