Lina Morgan echó ayer el telón de su última función en el Teatro La Latina, en el Madrid castizo, su casa, el lugar por el que esta gran actriz luchó y en cuyos escenarios representó tantos éxitos y taquillazos. La intérprete recibió a lo largo de la tarde de ayer el cariño de su público, de sus compañeros, de políticos y de gente anónima que quiso agradecerle tantas sonrisas y buenos momentos con ese humor blanco que la caracterizaba. Cientos de personas hicieron cola para dar su último adiós a la antiheroína que siempre decía que le hubiera gustado ser Shirley MacLaine. En la imagen, el padre Ángel y el Arzobispo de Madrid bendicen el ataud en La Latina.