El Gobierno valenciano informó ayer de que las 45 piezas robadas en el Museo San Pío V de Valencia en la madrugada del lunes son de «escaso valor» y responsabilizó al anterior ejecutivo del PP por permitir que se redujesen las medidas de seguridad.

Según explicó el secretario autonómico de Cultura y Deporte, Albert Girona, y la directora general de Cultura y Patrimonio, Carmen Amoraga, la anterior dirección del museo permitió la desconexión de una cámara de vigilancia sin que conste informe previo cuando se iniciaron, hace meses, unas obras de ampliación.

Las piezas robadas son tres tallas de madera de 30 centímetros de la escuela de Vergara, un cincuentín de plata de Juan Carlos I -adquirido en 1995 por 10.000 pesetas- , tres rosarios de madera, un arma de fuego de principios de siglo XX inutilizada y 37 medallas de latón de fiestas, asociaciones y méritos educativos.

La vigilancia en esta zona del museo se limita a la presencia de vigilantes nocturnos, que realizan varias rondas por diversos espacios, de modo que el robo se produjo entre una de las rondas.

«La responsabilidad de la Generalitat es mínima. El robo es consecuencia no deseada de la pésima dirección del museo en los últimos años», señaló Albert Girona. «No se pueden anular las cámaras, sin un soporte técnico que diga que no se merma la seguridad del museo», añadió.

Por su parte, el secretario general del grupo parlamentario del PP en las Corts, Luis Santamaría, manifestó que «desde el momento en que se asume la responsabilidad del Gobierno es el responsable de lo que sucede tanto si es positivo como negativo».

«Si se han puesto medallas de actuaciones que ya dejó planificadas el PP, ahora tienen que asumir sus fallos por un robo en un museo de la Generalitat», indicó tras anunciar que su grupo prepara iniciativas parlamentarias para instar al Consell a «en lugar de echar la culpa a terceros, volver al trabajo, dar la cara y comenzar a gestionar».