Alex, una joven rusa con un espectacular parecido a la multimillonaria heredera norteamericana Paris Hilton, revolucionó ayer Tabarca al jugar con la expectación causada entre los tabarquinos y los cientos de turistas que visitaron la isla.

Comió en casa de unos amigos, se dejó ver por las calles de la isla tocada por una de las pamelas que luce habitualmente la auténtica Paris, y acudió en la sobremesa a un bar de la localidad donde en menos de cinco minutos se vio rodeada de decenas de curiosos que solicitaban un selfie con la rica heredera de gafas «big size». El local, por cierto, no podía tener un nombre más apropiado para el sainete: La Taberna Engañosa.

Para redondear el equívoco, en cuanto advirtió que uno de los fotógrafos era profesional (el de este periódico) huyó del local cual estrella de la prensa rosa perseguida por los paparazzi y tapando con la mano el objetivo de la cámara, todo ello de acuerdo al guión que se espera de la conocida heredera del imperio Hilton (ver vídeo en informacion.es).

La gente gritaba su nombre, acudía a su mesa, intentaban darle conversación, a lo que ella respondía con una enorme sonrisa y un acento para nada neoyorkino.

En ningún momento dijo quién era realmente, aunque tampoco quién no era. De hecho, sus anfitriones de la isla, con los que comió, seguían el juego. «No podemos decir si es o no es», dejaba en la incertidumbre la amiga más próxima de la falsa Paris en la isla.

Lo lógico tras el batiburrillo montado es que ahora Alex se deje ver en algún plató de televisión. Reúne todos los ingredientes para que el presentador de cualquier late night juegue al equívoco con los telespectadores. De hecho, la amiga con la que llegó a Tabarca procede de ese mundo profesional. Y Alex sabe hacer su trabajo. Sonrisa permanente, sombrero enorme, gestos estudiados, tensión cuando se le acerca un periodista.

Los tabarquinos no habrían tenido tantas dudas de haber sabido que la supuesta nieta de Conrado Hilton, el fundador de la primera gran cadena hotelera estadounidense, no llegó a la isla en un lujoso yate rodeada de guardaespaldas de dos metros de ancho por dos de alto, sino en las tabarqueras habituales que unen Tabarca y Santa Pola; o que sus anfitriones en la isla, crevillentinos de origen, nada tienen que ver con la vida lujosa y frívola y de fiesta en fiesta que habitualmente conocemos de esta mujer de 34 años a la que en Wikipedia se la presenta como empresaria, autora, modelo, actriz, diseñadora y cantante estadounidense.

Derecho en Rusia

Aparentemente lejos del glamour y el oropel de Paris, sabemos por su perfil de Facebook que Alex, la doble, estudió Derecho y es de Rusia. No sabemos más, salvo que en la dirección de su página de esta red social aparece el indicador «femme fatale». Porque ella lo vale.