El chef alicantino del restaurante Dársena, Manuel del Amo participó ayer en la clausura de la sexta edición de la campaña «Embárcate» promovida por WWF. El cocinero se subió a bordo del barco solar de la organización, atracado en el puerto de Alicante, para elaborar un arroz con gamba roja utilizando solo energía solar. Este año la campaña tiene el nombre de «Viaje al centro del Óceano» y su objetivo es concienciar de la importancia de los ecosistemas marinos de profundidad y del consumo responsable de pescado.

La jornada comenzó con una presentación de la campaña que WWF puso en marcha el pasado 1 de julio en Cartagena. A la llegada de Manuel del Amo al catamarán solar, los asistentes pudieron ver los sistemas que se utilizarían para cocinar a lo largo de la mañana, todos ellos de energía solar. La cocina mantenía caliente el caldo que el chef había preparado previamente en su restaurante; en el horno se cocinaba un tocino de cielo al baño maría; y el arroz lo iba haciendo el cocinero en una vitrocerámica conectada a las placas solares del barco.

A los asistentes se les hacía la boca agua con el olor a arroz durante la hora que del Amo tardó en terminar su plato. Una vez acabado, todos pudieron probarlo y los elogios hacia el cocinero iban creciendo con cada cucharada que se llevaban a la boca. El chef, a pesar de ser especialista en arroces, reconoció la dificultad del reto al que se estaba enfrentando ya que aseguró que era la primera vez que cocinaba con placas solares. «Es complicado porque yo tengo ya unas medidas cogidas y este tipo de cocina tiene menos potencia, por lo que se necesita menos cantidad de caldo y los tiempos son mayores», explica el cocinero del Dársena.

Junto a Manuel del Amo permaneció en todo momento José Luis García Varas, responsable del Programa Marino de WWF, quien se encargó de explicar los aspectos más técnicos. Además de mencionar los alimentos que el arrocero iba utilizando, hizo hincapié en conocer el origen de una serie de productos mediterráneos, que había sobre la mesa, poco conocidos por el consumidor. «Hay productos que no se tienen en cuenta por el simple hecho de que no se ven, sin embargo son los que nos proveen muchos de los alimentos que consumimos como la gamba roja», señala García Varas.

Para dejar constancia del grave problema del ecosistema marino actual, la organización preparó una exposición en la que se representaba con basura lo que realmente hay en el mar. Un plato de «ampilas», «chapopitos» o «camarón de lata» fueron algunas de las irónicas propuestas que criticaban el lanzamiento de porquería al agua.

El futuro de la profesión

Los alumnos de Hostelería del Centro de Turismo de Alicante acudieron como invitados al evento y tuvieron la oportunidad de conocer en profundidad una serie de productos a los que se enfrentarán en un futuro. «Participar en estos actos les permite ser capaces de diferenciar los productos y por lo tanto saber elegir», explica su profesor Sergio Marcos. Por su parte, el cocinero Manuel del Amo considera «gratificante cocinar para alumnos de hostelería y que aprendan de ti». En cuanto a la cocina con placas solares, los alumnos no quedaron del todo convencidos y explicaron que no creen que merezca la pena la gran inversión que supone, porque es una cocina más lenta y en un restaurante precisamente lo que no sobra es tiempo. Aunque su profesor les insistió en que es importante que abran la mente a los nuevos tiempos.