La iniciativa fue de Morante de la Puebla. El torero decidió acercar el mundo del toro a los más pequeños de una forma grata y con una alta dosis de cultura. Habilitó un autobús y con el lema El arte no tiene miedo recorre las ciudades donde presenta exposiciones, teatro, juegos, mientras él sale al ruedo.

Y ahí entra Luis Francisco Esplá, porque su hija Lucía, actriz, recibió la propuesta de hacer una obra con Morante de protagonista. «Mi hija me pidió ayuda y pensamos en el mensaje subliminal de Walt Disney para plantear por qué los animales no pueden ser felices yendo a su destino», asegura el diestro alicantino que de esta manera se convirtió en autor de De Morante al cielo que su hija y Rosana Blanco presentaron el lunes en el Club INFORMACIÓN. También se pone de manifiesto en esta obra, que seguirá su ciclo de representaciones junto a Morante de la Puebla tras presentarse ayer también en la plaza de toros de Alicante, que «no todos los toros son iguales; hay unos bonachones y otros que desde que nacen se ve que tiene carácter y no hace más que enredar».

«Tiene un fondo didáctico y ayuda a percibir al niño lo que es el toro dentro del espectáculo», destaca. Para el diestro, la tauromaquia no es fácil de comprender a ojos de los más pequeños. «Los niños no entienden el mundo del toro pero igual que no entienden la ópera».

Luis Francisco Esplá considera que los toros no fomentan la violencia, más bien al contrario. «Ayudan a los niños a canalizarla y el efecto que provoca es el de rechazo a esa violencia; no he visto chavales más educados y respetuosos que a los niños que están en escuelas taurinas».