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Sergi Belbel

«Dirijo obras que me habría gustado escribir a mí»

El autor y director catalán trae a Alicante su versión de El crédito

«Dirijo obras que me habría gustado escribir a mí»

¿Sergi Belbel es un director de teatro que escribe o un escritor de teatro que dirige?

Yo soy un autor que dirige. Ahora dirijo mucho más que escribo, pero me considero escritor porque es la autoría lo que realmente me motiva. Aunque cuando dirijo a otros autores es porque son obras que me habría gustado escribir. Para mí dirigir es un aprendizaje como autor porque tienes que meterte en la piel del autor.

Más actual que el tema de El crèdit imposible... aunque lleva demasiados años siendo actual.

Sí, por desgracia, porque yo todavía detecto que hay crisis cuando hablas con la gente. La gente se parte de risa. Galcerán hace una cosa genial porque al que le da la vuelta es al personaje del banquero, que es el antipático, el que no te da el crédito. Es una venganza contra los bancos.

La gente del teatro dice que siempre ha estado en crisis.

La crisis va tan unida al teatro que cuando deje de haber crisis el teatro desaparecerá. El teatro solo existe como plataforma donde los humanos nos encontramos en directo para explicarnos las desgracias de nuestras vidas, como efecto balsámico. Aristóteles decía que el teatro no tiene sentido sin la catarsis que es esta liberación.

¿Cómo ha recibido todo este huracán de cambio político?

Pues genial. Yo cuando comencé a hacer teatro a finales de los 80 todo el territorio valenciano era un espacio natural donde ir a hacer teatro, pero desde mediados de los 90 se acabó. De repente ni teatro valenciano iba a Cataluña ni teatro catalán venía aquí. Lo que se truncó, eso sí, se está recuperando ahora por parte de los sectores culturales, de la gente de la profesión, no de la política . Que el cambio político lleve consigo una reactivación de lo cultural siempre será positivo.

¿Y cree que eso pasará?

Yo confío en que sea así. ¿Cómo puede ser que en una crisis económica que los ricos se hayan enriquecido un 40% más? Esto es recochineo. Y hay otra cosa que no entiendo y es la oleada de anticatalanismo que hay. No entiendo que la gente tenga prejuicios por incorporar otra cultura dentro de lo suya porque es una riqueza. Se mezclan otras cosas, pero como valor cultural, despojado de lo político y de la rivalidad, es una tontería ver algo negativo de un añadido a la cultura.

Imagine que tiene enfrente a los nuevos responsables políticos. ¿Cómo cree que deberían tratar a la cultura?

Lo primero: predicad con el ejemplo, por favor. Si habéis hecho una campaña diciendo que no vais a ser corruptos, no lo seáis. Hay que exigir a los que hacen nueva política que cumplan su palabra. Y que antes de gobernar, que no prometan más de lo que saben que pueden hacer. Y la cultura lo que necesita es pedagogía, introducirla en el colegio. No puede ser que un estudio diga que los chicos no saben escribir. La cultura escrita no se puede perder porque es un valor que hay que preservar. Y los chavales son los que van a ser espectadores, autores, escritores, periodistas... No hace falta hacerles leer «Hamlet» cuando no toca, porque eso también es contraproducente. Y hacer que hagan teatro. Yo lo pondría como asignatura obligatoria porque tiene un valor terapéutico, social y cultural.

¿Y qué tendrían que poner de su parte los actores, directores y productores?

Nosotros tenemos que concienciar a los políticos. Yo me leí la Ley Wert y es un atraso, es como volver al siglo XIX, con una visión de la cultura imperialista.

¿El teatro tiene fronteras o da igual que sea de Cataluña, del País Vasco, de Madrid...?

No, para nada. La gente que hace teatro lo hace desde una cultura con una absoluta visión universalista. ¿Cuándo yo escribo una obra quiero que se quede en el ámbito lingüístico del que yo soy? Pues no , quiero que se traduzca, que se vea en todo el mundo. Y cuando viajas por el mundo te das cuenta de que el teatro tiene una corriente subterránea que nos une a todos, independientemente del carné y de la lengua.

Acaba de dirigir Fedra. Verso, clásico... ¿Cómo está siendo la experiencia?

Una obra clásica pasada por el tamiz del francés Jean Racine del siglo XVII. Ha sido una experiencia brutal. Fuera de modas, pero me apetecía muchísimo porque soy un fanático del verso. Y lo traduje yo durante 6 meses, con rima, ritmo... fue apasionante.

Y otra experiencia, la serie Sin identidad para televisión.

La historia era mía y los cinco primeros capítulos. Lo que ocurre es que luego lo dejé porque Antena 3 se metía mucho en los guiones. La televisión me encanta, tengo una idea en la cabeza muy estructurada. Pero voy a escribirla y cuando la tenga iré y si gusta o se hace así o no se hace. Estoy un poco harto de que los productores piensen que saben más que los guionistas. Y ahí está el error de la ficción española. No hay nadie que quiera investigar qué sucede en una serie de televisión desde que un autor tiene una idea hasta que se ve el capítulo por la tele, porque lo que hay por el medio no te lo puedes ni imaginar: prepotencia, te tratan fatal... Para mí la mejor serie española ha sido Crematorio.

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