Leonardo Padura se declaró ayer conmovido y feliz por la concesión del Premio Princesa de Asturias de las Letras, «uno de los más importantes del mundo» y que asume como un reconocimiento a «todo el sacrificio» e «incertidumbres» de su trabajo literario. «Me siento muy contento, muy conmovido», dijo Padura por telefóno desde su domicilio en La Habana, donde la noticia le sorprendió de madrugada. «Solo hay que mirar la lista de ganadores para saber lo que significa formar parte de esa selección», afirmó ayer, si bien cree que lo importante en estos premios es la obra. Por ello acoge este galardón como un reconocimiento a todo el sacrificio e incertidumbres propias de su trabajo literario en los últimos años, según indicó Padura quien se definió como «un escritor muy inseguro».

«Siempre creo que lo que estoy escribiendo no va a interesar. Y sufro mucho: escribo y vuelvo escribir (...). Pero prefiero ser un escritor inseguro a uno que cree que domina la literatura. Porque la literatura es indominable», reflexionó. El novelista quiso dedicar este premio a todas las personas que le han ayudado a mejorar como escritor y especialmente a su madre y a su esposa Lucía, y a los escritores cubanos de su generación. «Sé que se sienten muy satisfechos» con el premio, agregó. efe la habana