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La mujer en las portadas «noir»

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La mujer en las portadas «noir»

Vivió su eclosión entre mediados de los setenta y principios de los ochenta, cayó en el olvido posteriormente y en los últimos años ha recuperado vigencia, hasta el punto de que se ha acuñado la denominación de cine quinqui. En este subgénero dentro del mundo de los relatos oscuros profundiza la undécima edición de Mayo Negro, ciclo que se celebrará la próxima semana, entre el 20 y el 23 de mayo, en la Sede Ciudad de la Universidad de Alicante.

El cine quinqui está poblado de delincuentes callejeros, en muchas ocasiones convertidos en héroes de extrarradio. Violencia, drogas y prostitución se dan la mano en películas como El pico, Perros callejeros o Deprisa, deprisa, que se proyectarán en la cita alicantina. La exhibición de estas cintas será uno de los actos centrales que dedicará Mayo Negro a este subgénero pero no será el único. El ciclo también ofrecerá un encuentro con Paco Gómez Escribano, autor de los libros Yonqui y Lumpen, y la presentación de la obra Quinquis, maderos y picoletos del profesor universitario Juan Antonio Ríos Carratalá.

«Es un cine realista, que se adentra en los bajos fondos y que tuvo su explosión en la Transición», explica el escritor Mariano Sánchez Soler, uno de los directores de Mayo Negro junto al profesor Francisco J. Ortiz. «Se rompió el corsé de la dictadura y tuvo mucho éxito entre el público. Algunas películas llegaron a estar protagonizadas por delincuentes que se interpretaban a sí mismos. Los cinéfilos posteriores le han dado mucha importancia a esta tendencia. En el ciclo habíamos tratado el género policiaco español, los grandes clásicos, obras más heterodoxas... Pero nunca habíamos hablado de cine quinqui», añade Sánchez Soler.

«Los dos directos más clásicos son José Antonio de la Loma [Perros callejeros] y Eloy de la Iglesia [El pico]. Carlos Saura [Deprisa, deprisa] también cultivó este género aunque no se le identifique tanto con él. Fue algo coyuntural, marcado por la época. En los últimos años se ha vuelto a reivindicar. Ríos Carratalá explica bien esto en su libro. Yonqui y Lumen, por su parte, refleja el ambiente que se respira en el extrarradio de Madrid», opina Ortiz.

El clima que se vivió en España durante los últimos años de la dictadura y los primeros de la Transición ayuda a comprender mejor el sesgo de estas películas. «La más antigua es de 1977. La censura seguía existiendo, la última cinta que tuvo problemas con esto fue El crimen de Cuenca de Pilar Miró, en 1981. El cine quinqui fue pionero a la hora de contar nuevas historias dentro del género negro, de reflejar que no todo era tan bonito como se pintaba desde el poder», recuerda el profesor de Lengua y Literatura.

Sánchez Soler profundiza en el debate en torno a este tipo de películas. «El cine policiaco español había nacido como subgénero en los 50 a partir de Brigada Criminal y de novelistas como Tomás Salvador. Los buenos siempre pertenecían a las fuerzas del orden, no había jueces corruptos ni abusos policiales. Los delincuentes no podían ser presentados como los protagonistas de la historia. El gran éxito de El pico o Perros Callejeros es que abordaron esta temática», culmina.

En sus cuatro días de duración Mayo Negro no se limitará a abordar el cine quinqui, pese a que su presencia es importante en la programación, y ofrecerá a los participantes muchas más propuestas, siempre alrededor del género negro. El fenómeno de las series no podía faltar en esta cita, dada su preponderancia en la televisión que llega desde Estados Unidos y en la producción nacional. El creador de la ficción Víctor Ros, Jerónimo Tristante, participará en este encuentro cultural el día 21.

«Cada año nos ceñimos a la actualidad. Tristante ha sabido combinar muy bien lo policiaco con lo histórico y su personaje ha tenido mucha repercusión en televisión», cuenta Sánchez Soler. «Víctor Ros ha funcionado muy bien tanto en España como en el extranjero y vamos a aprovechar este hecho como excusa para hablar de la obra en general de Tristante», le secunda Ortiz.

El primer día de Mayo Negro, el miércoles 20, tendrán lugar una charla entre Santiago Álvarez y el propio Sánchez Soler, bajo el título La ciudad de la memoria y la última generación de la novela negra española, y el encuentro con los escritores alicantinos Mario Martínez Gomis y José Payá Beltrán, quienes presentarán el libro Puzle de Sangre, que han escrito a cuatro manos. Esta variedad de propuestas hará las delicias de los amantes del género.

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