Si de famosos se iba a hablar, si se trataba de desvelar detalles desconocidos, si lo que se esperaba era conocer anécdotas, pues la noche también tuvo alguna. Jaime Peñafiel volvía al Club INFORMACIÓN, en este caso para presentar su último libro, Reinas y princesas sufridoras, dispuesto a encandilar con su experiencia en casas reales al público. Y desde luego que lo hizo.
Pero antes de hablar de la reina Sofía, «la más sufridora de todas», y, por supuesto, de la reina Letizia, o de las «muchas» infidelidades del rey Juan Carlos o del carácter de las infantas o de las lágrimas de Charlene... antes de que contase todo eso, Jaime Peñafiel descendió por el salón de actos saludando a su público. Y estaba la exalcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, que últimamente no se prodiga mucho en actos públicos. Con ella, sentada en las últimas filas junto al jefe de Prensa del Ayuntamiento, Jaime Esquembre, charló el periodista y escritor. Justo mientras el expresidente de la Autoridad Portuaria José Joaquín Ripoll y su esposa, Margarita de la Vega, bajaban por las escaleras. No hubo saludo entre ambos. Además, Ripoll tenía sitio reservado en primera fila. Y Castedo se fue a mitad del acto.
Tras los sonidos flamencos de la guitarra de Félix Amador, un breve perfil de la figura de Peñafiel realizado por el subdirector de INFORMACIÓN Fernando Ramón. Después, la letrada y amiga personal del escritor, Antonia Chinchilla, desveló también algunos de sus secretos: que en la coronación del dictador Bokassa -«un demente»- comió carne humana, que en cada aniversario de boda su mujer vuelve a vestir el traje de novia, que fue minero mientras estudiaba Derecho, que se puso una sotana para colarse en la catedral ortodoxa donde se casaron por ese rito los reyes...
Pero después, fue ya él quien habló de los demás. Y mucho. No en vano ha acompañado a los reyes Juan Carlos y Sofía en 150 viajes y ha hecho más de 50 reportajes de bodas reales, lo que le ha dado para 16 libros.
Y como de reinas y princesas va el último, pues habló de ellas. Sobre todo de Sofía, de las infidelidades que ha soportado, «desde el día de la pedida de mano», aunque «lo peor fue despertarse una mañana con la foto de Corina en portada, eso fue una humillación». Salió Letizia y su genio, y el pulso que Felipe echó a su padre para poder casarse. Y que la infanta Elena ha sido la gran discriminada de las monarquías por el hecho de ser mujer. También de la reina de Inglaterra y de Silvia de Suecia. Todas, todas, sufridoras.
