Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Dentro del botín de la Mercedes

El MARQ ya ha montado las 31.400 monedas, de las 600.000 recuperadas de la Fragata Mercedes, que se exhibirán en la exposición que se inaugura el día 9

Su valor como piezas de oro y plata, siendo incalculable, no es tanto como el que la historia ha dejado acuñado en sus dos caras. No en el relieve que después de un arduo trabajo de restauración se deja ver, sino en el que queda como poso de un acontecimiento crucial para el desarrollo de la Europa actual. Las monedas de la Fragata Mercedes reposan ya en el lugar del MARQ donde podrán verse a partir del día 9. Cerca de 31.500, de las 600.000 que se rescataron del fondo marino, lucen ya en el museo alicantino.

Esas monedas estuvieron «refugiadas» en el fondo del mar desde 1804, fecha en la que la armada inglesa, rompiendo el Tratado de Amiens, hundió la embarcación española al considerar que esa recaudación procedente del virreinato de Perú iba a parar a manos de Napoleón. Y fue en 2007 cuando el mundo entero tuvo conocimiento de su existencia, tras el expolio de Odyssey. La empresa cazatesoros sacó a la superficie esas piezas, todas ellas reales de a 8, de las que 212 son de oro y el resto, de plata.

Después llegó el contencioso con el Estado español que reclamó su propiedad, como después le dieron la razón los tribunales. Y este tesoro llegó al Museo de Arqueología Subacuático de Cartagena, donde permanece depositado. De ahí, salió una parte para exhibirse por primera vez en una exposición en Madrid, organizada por Acción Cultural España y los ministerios de Cultura y Defensa, muestra que llega ahora a Alicante, donde se verá por primera vez de forma conjunta.

El químico del área de Restauración y correo del Arqua, Juan Luis Sierra, trabajaba ayer sin tregua con su equipo y el del MARQ para finalizar el montaje de este fondo numismático, que ocupará el ábside de la tercera sala. «En ningún museo del mundo se encuentra un fondo de esta naturaleza, tan voluminoso», asegura. «Es un fondo difícil de abordar y el Arqua dispone de instalaciones para poder trabajar en su restauración y conservación».

En Alicante se podrán ver 30.142, que ya han sido restauradas, además de unas 1.000 que se exhiben en vitrinas en estado original, más un bloque solidificado, «tal como se encontró», que puede contener hasta 400 monedas. De las ya recuperadas, 142 de oro y el resto de plata.

En el MARQ, a donde llegaron en 600 bandejas, depositadas en tres enormes cajas, se podrán ver las piezas originales, pero también una recreación del proceso desde cómo se transportaban y se fueron transformando en el fondo del mar, hasta su limpieza y restauración tal como se muestran en la actualidad. Por eso se han habilitado unas peceras en las que se ha reproducido una de las cajas en las que se llevaban en el barco. «Se transportaban en cajas de madera, donde se introducían tres talegas de algodón trenzado con 1.000 monedas cada una. La madera y la tela se deshicieron, y quedaron los bloques de las monedas exentos y conglomerados». Uno de esos bloques de piezas sin tratar también se exhibe, «que debe contener unas 400».

«De las 600.000 hemos restaurado 40.000 con tratamientos químicos y limpieza mecánica», destaca el correo del Arqua, museo en el que ha trabajado en este proceso un equipo de seis personas durante diez meses. «Después de 200 años bajo el agua han sufrido procesos de degradación, más la plata porque el oro es más estable». De hecho, «hay monedas en las que prácticamente ha desaparecido el relieve».

Sierra recuerda que «a nosotros los americanos nos dieron las monedas en cubos; no nos entregaron ningún informe de lo que habían hecho ellos. Así que tuvimos que hacer un estudio y dedujimos que unas habían sido tratadas con un producto y otras no. Después analizamos los efectos de la corrosión, para posteriormente eliminar sus efectos y llevarlos a un estado de inercia química para frenar el proceso de degradación».

El mayor reto de este proceso, afirma, ha sido «ver las condiciones medioambientales, eliminar los efectos de corrosión y pararlos, por eso estamos haciendo un estudio en la cámara acorazada donde se guardan para que se puedan conservar».

El valor de este fondo numismático es incalculable. Pero si intentamos cifrar qué correspondencia tendrían esas 600.000 monedas hoy en día, Sierra habla de una estimación. «Los expertos dicen que con una de esas monedas en su época se compraba una oveja... así que podríamos tener un rebaño de 600.000 ovejas».

Si las monedas y la historia de la empresa cazatesoros Odyssey dieron la vuelta al mundo y se han convertido así en reclamo para el visitante a la muestra, Juan Luis Sierra va más allá. «Aparte del tesoro de las monedas hay que ver el contexto histórico en el que se produce el ataque de la Marina inglesa y el hundimiento de la Fragata Mercedes; que la gente pueda conocer ese transfondo histórico es muy importante. Ahora, después del expolio lo tenemos para el disfrute de todos, pero yo lo que más valoro es la historia que es lo que la gente no conoce».

El último viaje de la Fragata Mercedes se inaugura el día 9 y se podrá visitar hasta septiembre.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats