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Cultura desde el subsuelo

Una docena de jóvenes creativos se une en El Sótano CoWorking, una asociación para desarrollar proyectos artísticos de forma colaborativa

Cultura desde el subsuelo rafa arjones

«Siempre nos quejábamos de que en Alicante no se hacía nada hasta que dijimos: pues vamos a hacerlo nosotros». Con este propósito de sumar ideas se ha unido una docena de jóvenes en Alicante para crear la asociación cultural no lucrativa El Sótano CoWorking, que cuenta con un local ubicado en el barrio de Benalúa aprovechando los 700 metros cuadrados de un antiguo garaje sin uso desde hace diez años en la avenida Catedrático Soler.

El Sótano lo compone un grupo de jóvenes creativos, en activo y en paro, de entre 20 y 35 años, que utilizan este espacio para desarrollar sus propios proyectos artísticos y, al mismo tiempo, posibilitar y fomentar actividades de forma colaborativa para aportar su grano de arena a la cultura en la ciudad de Alicante.

Los socios internos, distribuidos en diferentes áreas, son: David J. García y Sento Muntaner (fotografía); Carlos Andreu y Jorge Gómez (diseño gráfico e ilustración); Álex Asensi, Alejandro Cuéllar, Mario Núñez y Carlos Carpallo (guión y dirección de vídeo); Rafa G. Sánchez (edición y montaje de vídeo), Yago Cordero (sonido) y Guiomar Almunia (producción ejecutiva y gestión).

Hace seis meses que decidieron compartir este local, cuyo alquiler pagan entre todos, que quieren tener a punto para el día 21 de marzo, fecha en la que celebran su «preinauguración» con una exposición de David J. García y J. J. Román, enmarcada en el II Festival Internacional de Fotografía PhotoAlicante que se desarrollará a lo largo del mes de marzo.

«La obra la estamos haciendo nosotros y hemos aprendido por Internet a poner placas de pladur», indican entre bromas los «obreros», que iniciaron una campaña de crowdfunding para culminar la reforma en la plataforma lanzanos.com. De momento llevan recaudado el 40% de los 2.000 euros que solicitaban, con 24 apoyos realizados, a 20 días de que concluya el plazo. «La idea era completar la obra porque llevamos gastados 800 euros cada uno y no todos tenemos trabajo de forma continua», manifiestan, tras recordar que los interesados pueden informarse de ello en sus cuentas de Twitter y Facebook.

Aunque ellos lo utilizan como espacio de trabajo «por nuestra cuenta ninguno podría pagar un alquiler» y aprovechan las sinergias «nos podemos nutrir unos de otros en distintos proyectos», señalan, ofrecen el espacio a quien quiera desarrollar actividades temporalmente. «Si alguien quiere hacer una exposición, dar una charla, un taller o lo que sea, nos lo comenta y el espacio es suyo», explican, tras indicar que «no somos ninguna empresa» y el modo de funcionamiento es a través de la asociación, por lo que el público que entre a participar de alguna actividad deberá hacerse socio con el donativo de 1 euro por día para contribuir al mantenimiento del local.

También se realizará intercambio de actividades culturales porque «lo que queremos es mover la cultura y que la gente nos ayude a moverla. Por ejemplo -indica el fotógrafo David J. García-, yo nunca he hecho una exposición en Alicante, si voy a una galería tengo que pagar por exponer, y aquí se facilita el espacio. El artista se hará cargo de los gastos de su exposición, pero la publicidad la podemos hacer nosotros con un vídeo, por ejemplo».

El Sótano CoWorking cuenta con sala de exposiciones, estudio de grabación y edición, montaje y doblaje de video, estudio de fotografía y grabación de vídeo, producción audiovisual y sala multiusos para eventos, por lo que las actividades pueden abarcar de todo: «Desde proyectos de cómic o fanzines, recitales, danza, grabaciones musicales o audiovisuales hasta conciertos acústicos o pequeñas muestras de cine o cortometrajes», apuntan los socios, que señalan que «aunque aún no hemos empezado, tenemos ganas» y destacan que en ciudades como Valencia «esto es bastante frecuente. Alicante es una ciudad con inquietudes y es necesario tener iniciativa propia».

Los integrantes de este colectivo tienen previsto hablar también con otras asociaciones culturales de la zona, como El Taller Tumbao y el Freaks Arts Bar, así como con la asociación de vecinos del barrio de Benalúa, para darse a conocer. «Lo suyo es que cada barrio tuviera su zona de actividades culturales y que no se concentre todo en el centro», consideran.

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