En este artículo presentamos a algunos rockeros cincuentones que han ido mejorando, como los buenos vinos, y que ahora tienen un buen aspecto casi irritante. De hecho, siendo sinceros, hay que reconocer que todos (unos más y otros menos, claro) están mejor ahora, en la madurez y con las inevitables abolladuras, que cuando todo en ellos era insolencia y vitalidad juvenil incontrolable.

Anthony Kiedis (52 años)

El cantante de Red Hot Chili Peppers es un perfecto ejemplo de rockero cincuentón que se ha venido arriba. Su físico siempre le ha acompañado, y con el paso de los años, ha ganado en robustez y veteranía al tiempo que ha aprendido a controlar su salvajismo. Definitivamente el tipo se conserva impresionante.

Jon Bon Jovi (52 años)

Pasarán los años pero el líder de Bon Jovi mantendrá siempre su estupenda sonrisa como principal punto de referencia de una apariencia física que, con menos pelo, sigue definiéndole como el rubiales más deseado. Y mucho mejor ahora que con el cardado de los ochenta, eso sin discusión.

Joey Tempest (51 años)

Hablando de cardados, aquí tenemos a Joey Tempest, cantante de Europe, banda 'rival' de Bon Jovi en los ochenta, y que al igual que Jon, se mantiene en una forma física admirable. Tanto es así, que este próximo mes de marzo habrá nuevo disco de Europe, grupo reconvertido en una apisonadora de blues rock infalible que todavía tiene mucho recorrido.

Dave Gahan (52 años)

Las cosas como son, el cantante de Depeche Mode (rockero electrónico, dejémoslo así) tenía un aspecto excesivamente infantil en los ochenta. Puede que por eso se pasara de revoluciones en los noventa y paseara ufano por el lado vicioso y excesivo de la vida. Ahora, una vez reconducido hacia el bien, es un cincuentón de esos con arrugas que menos mal que no hablan de lo que han visto en el pasado.

Lenny Kravitz (50 años)

El estadounidense Leonard Albert Kravitz se casó en 1987 con Lisa Bonet y en 1991 estrenaba nueva pareja en la francesita Vanessa Paradis. No es que nos interesen las andanzas privadas de Lenny, es que queremos recalcar que de estas relaciones hace ya mucho mucho tiempo, pero aquí sigue él tan lozano como siempre e incluso más. En el terreno musical parece unánime el acuerdo sobre su declive, pero eso es otra historia ahora.

Chris Cornell (50 años)

El líder de Soundgarden siempre lució unos rutilantes ojos azules, pero su aspecto desaliñado y su larga melena escondían el poder de su mirada juvenil. Con el paso de los años fue ganando en gallardía y gentileza mientras desarrollaba su carrera como solista, pero cuando reunificó a su banda de siempre en 2010, no fueron pocas las que se preguntaron quién demonios era ese galán del grunge de colosal figura.

Tommy Lee (52 años)

Los encantos del baterista de Mötley Crüe quedaron más que claros con aquel video erótico festivo que protagonizó (¿involuntariamente?) con su por entonces esposa Pamela Anderson a principios de los noventa. Ya entonces había reconducido su imagen, que en los locos ochenta era básicamente imposible. Y ahora, tantos años después, mantiene intacta su pegada.

Eddie Vedder (50 años)

El cantante de Pearl Jam, que acaba de cumplir 50 años, ha pasado de ser un muchacho iracundo y con mirada perturbadora a un rockero maduro que disfruta haciendo surf (como siempre) y tocando canciones intimistas con su ukelele. Puede que esa sea la clave para que el paso del tiempo le haya sentado tan evidentemente bien.

The Edge (53 años)

El 'guapo' de U2 siempre ha sido el baterista Larry Mullen, sin duda un tipo que todavía tiene pinta de chavalito insolente y desafiante. Pero en realidad el que más ha ganado en planta con el paso de los años ha sido el guitarrista The Edge, quien encontró su imagen ideal en 1991, con el gorrito y la perilla. Desde entonces, parece que hubiera congelado el tiempo en los años de Achtung Baby... y es que claro, ¿quién no querría seguir en aquella gloriosa época?

Manolo García (59 años)

A ver, no es que Manolo sea lo que entendemos por sex symbol (muchos tampoco lo consideraran rockero, aunque lo es), pero desde luego tiene su público. Lo relevante de su caso es que es uno de esos tipos de nervio tenso por el que parece que no pasan los años. Cualquiera que le haya visto en concierto sabe que es un ciclón que asola todo a su paso. ¿Pero todos tenemos claro que suma ya 59 años? Pues 59 tiene y, otra cosa, también ha ganado en porte.