Vincent van Gogh será este año una estrella igual de cegadora que las que pintó colgadas de un cielo de olas nocturnas. El artista se fue hace 125 años, a los37, cansado, consumido, loco (y sin oreja), pero dejó una obra enérgica, vital y lúcida (además de carísima) que lo hace inmortal. Holanda, Bélgica y Francia, lugares de nacimiento, peregrinaje y muerte del genio, lo celebran con muestras de pintura, festivales de cine y delirios florales. Delirios de lirios y girasoles, por supuesto.

PAÍSES BAJOS. En Nuenen se exhibirán los trabajos de los amigos del artista. El museo Noordbrabants de ´s-Hertongenboschle enfrentará a David Hockney, uno de los mejores paisajistas vivos. En Otterlo, el museo Kröller-Müller, la segunda colección más grande del artista, juntará 50 VanGogh. En Amsterdam, el día del 125 aniversario (29 de julio), se celebrará un festival floral, mientras que el museo que lleva su nombre tirará la casa por la ventana en septiembre con un tête-à-tête entre Van Goghy su hermano Edvard Munch.

BÉLGICA. Van Gogh pasó dos años (1878-1880) en la región valona de Borinage-Mons, que este año, además, ostenta la capitalidad europea de la cultura. El Museo BAM Mons muestra a partir de la semana que viene una retrospectiva con cuadros difíciles de ver y llegados de colecciones privadas. El 19 de febrero la ciudad acogerá el reestreno mundial del filme restaurado de El loco del pelo rojo, de Vincente Minelli.

FRANCIA. París, Arles, Saint Rémy yAuvers-sur Oise (donde está enterrado junto a su hermano Theo) se vuelcan con el año Van Gogh. En París, el Quai d´Orsay lucirá su monumental colección (la más grande del mundo fuera de Holanda). En Arles preparan una exposición para mayo sobre los dibujos del artista, y en Auvers celebran un festival que toca todos los palos.