Las muestras de cariño hacia la actriz catalana se sucedieron durante todo el día de ayer en el tanatorio madrileño. Fue el caso de Gerardo Vera, el director que había conseguido su vuelta al teatro tras 12 años ausente con Agosto, y con quien preparaba María Kowalska, la historia de una superviviente del gueto de Varsovia, que iban a estrenar en el Arriaga de Bilbao en septiembre.

Vera explicó que la actriz estaba ingresada en el hospital y que le llevó «de regalo de Navidad» la obra. «Se emocionó muchísimo y me dijo que no podía haberle dado mejor regalo. Era un proyecto de futuro y ella necesitaba eso», detalló Vera, que solo reveló que la actriz había fallecido de «un cáncer, muy rápido, pero muy doloroso en los últimos días».

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, destacó el «gran carácter y personalidad» de Baró y también el ministro de Cultura, que destacó «su calidad y su extraordinaria versatilidad».

Los que estuvieron con ella en la serie 7 Vidas recordaron a la actriz. Toni Cantó manifestó: «Espero que siga repartiendo collejas allá donde esté, sin distinguir», mientras el que fue su hijo en esa célebre ficción, Javier Cámara, lamentó la pérdida de «quien fue mi madre durante tantos años» a la que calificó de «maestra fantástica» y «mujer con carácter», que «nos enseñó mucho, daba la sensación de que uno no sabía hacer nada cuando estaba delante». Gonzalo de Castro indicó que «ha sido una actriz extraordinaria. Era buena compañera, buena amiga, tierna, pequeña, menuda».

La actriz Rossy de Palma destacó que Baró era una «maravilla de mujer y de actriz», mientras que Secun de la Rosa subrayó sus «interpretaciones en el mejor teatro», y Loles León aseguró que era «una actriz de raza».