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Más allá de la ciencia ficción

Cuando se cumple medio siglo de las primeras aplicaciones holográficas, la introducción de esta tecnología en España tuvo lugar en Alicante por medio de la UA que, desde 1968, continúa como referente en técnicas e investigación

Imagen del laboratorio de Óptica y Holografía de la UA, con el catedrático de Física Aplicada Augusto Beléndez, ante el ordenador trabajando con el láser. ANTONIO GARCIA

Nada que ver con superhéroes ni superpoderes, y más allá de cualquier historieta de ciencia ficción que hayamos podido conocer, la holografía es un campo tecnológico que se aplica a tareas cotidianas como la tarjeta de crédito con la que hacemos las compras; las etiquetas de las marcas deportivas que llevamos camino del gimnasio; las líneas y rótulos de seguridad que cubren los billetes de la cartera; el lector del Blu-ray que carga la película; o el arte, entre esculturas de luz y la conservación de cuadros.

En cualquier caso, ahora que se cumple medio siglo de las primeras aplicaciones holográficas en la Universidad de Míchigan (Estados Unidos), convertida entonces en la capital mundial de la holografía, cabe recordar que esta tecnología se introdujo en España por medio de la Universidad de Alicante (UA). Concretamente, fue a finales de la década de 1960, con la creación del primer holograma en nuestro país por el profesor José Antonio Quintana, en el Laboratorio de Óptica de la UA, dirigido inicialmente por Justo Oliva.

Un acontecimiento científico que tuvo su repercusión y que motivó, ya en 1979, la inauguración de una exposición y exhibición en Madrid junto al departamento de Óptica de la Universidad de Valencia.

De un tiempo esta parte, la holografía sigue su camino de progreso y conocimiento, en un futuro con sistemas que prometen simplificar el diagnóstico médico, o con dispositivos informáticos que superen la cantidad de almacenamiento disponible hoy en los ordenadores. Es, en cierto modo, un mundo apasionante en el que los grandes, como Microsoft y Skype, tratan de revolucionar la videoconferencia con holografías de los interlocutores, y Apple busca el modo de interactuar con imágenes en 3D.

Con todo ello, la UA continúa como referente en investigación y técnicas, desde el laboratorio que dirige Augusto Beléndez, catedrático de Física Aplicada, centrándose especialmente en materiales sobre registros holográficos así como programas y simulaciones informáticas con que trabajar la holografía.

«Estamos en el desarrollo de nuevos materiales holográficos, y en particular con los que pueden ser compatibles con el medio ambiente, porque digamos que hay muchos productos tóxicos o, mejor dicho, que no se llevan bien con el medio ambiente. Buscamos que sean lo más compatible posibles, como el "biophotopol", desarrollado por nuestro grupo y del que la UA tiene la patente», señala el profesor. Además, con un cañón láser como pieza fundamental en sus investigaciones, que alcanza un coste de unos 80.000 euros, este equipo de científicos de la UA también ahonda en la fabricación de elementos ópticos difractivos y holográficos tanto estáticos como dinámicos, y la determinación de parámetros físicos y químicos de materiales de registro holográfico.

«La primera tesis doctoral que se leyó en la UA fue sobre el láser, así que imagina desde entonces cuánto se ha hecho. La holografía mucha gente la asocia a imágenes 3D pero es mucho más que eso: va desde lo militar, con visores holográficos para los pilotos de avión, a sobre todo temas de seguridad. Incluso hay compañías que fabrican móviles y quieren incorporar alguna tecnología holográfica para que pueda ser tridimensional», agrega Augusto Beléndez.

Ante estas circunstancias, sea como fuere, 2015 se presenta como una fecha muy importante en el calendario de la holografía, al ser declarado Año Internacional de la Luz por la ONU. De este modo, la UA ultima distintas actividades culturales para conmemorar esta efeméride, con exposiciones, ponencias y material que dé a conocer al gran público en qué consiste, cómo nos afecta y de qué va esto de la holografía. «Queremos celebrarlo con una amplia exposición, que se extenderá a las distintas sedes de la UA, así como a los centros de secundaria que puedan estar interesados. También, queremos ampliarlo a otras disciplinas, como la arquitectura, que puede aportarnos proyectos y datos muy interesantes», afirma Beléndez.

Dichos actos se organizarán en colaboración con las Sociedades Científicas de España, la Real Sociedad Española de Física, la Sociedad Española de Óptica y la UMH. Y, en ellos, se podrán contemplar las primeras holografías empleadas sobre objetos culturales de la provincia como el Tesoro de Villena, llevado a cabo en los años 80 por el profesor José Antonio Quintana. «Lo ves, y parece real», detalla Augusto Beléndez, ante un panorama, el de la ciencia, no todo lo esperanzador que debiera ante presupuestos raquíticos. «Hay un problema de financiación, pero hay otro más grave, el de personal, ante la falta de becas: un profesor de universidad no se improvisa, y esto impide la formación y no habrá, por tanto, un recambio generacional», concluye.

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