Y después de esto, ¿qué?

Pues nada, a Alicante que voy a hacer el tonto, como siempre. No hombre, hago el listo, sino no me pagarían. Llego con mis historias, los sketch que forman parte de mi universo. Relatos críticos y surrealistas. Lo importante es que la gente lo pase bien. La risa es más necesaria que nunca. Alarga la vida y contrarresta el efecto del tabaco.

¿La situación del país da para reírse?

La mentira y lo políticamente incorrecto provoca gracia. Siempre sientes que estás en manos de los malos, de los ladrones. Vivimos en un mundo al revés, absurdo. Es cosa de los latinos: Italia, España, Portugal... Aquí son normales los abusos. A los anglosajones no les pasa. El frío hace que la gente sea mejor. Formamos parte de una democracia joven que tiene que aprender y mejorar.

¿Cómo se encuentran los cómicos?

Deseando que cambie el Gobierno para que nos quiten el IVA del 21%. Los artistas tienen fama de ir contra la derecha y ser rojos. Al final son ellos los que van contra nosotros. Montoro ha llegado a decir que el cine español es una birria. No sabe ni dónde está. Nos la tenían guardada y nos han castigado con el 21%. Ridley Scott dijo el otro día que es absurdo lo que pasa en España, donde en Alicante está uno de los mejores estudios de cine de Europa.

¿Podemos tiene la solución?

No es una cuestión de Podemos. A esa gente le ha venido bien lo que sucede. Si no fueran ellos, serían otros. La cuestión es cambiar, incluso tirando del PSOE. Hay que hacerlo entre todos, no con un iluminado al que seguir. Estoy en contra de los líderes, de los salvadores de la patria. El resto también roba si puede. Hay que concienciarse y ser solidario. Tiene que haber un cambio y no dejárselo todo a los políticos.

En varias ocasiones pone a Woody Allen como una de sus referencias cómicas...

Me ha gustado siempre, en eso soy bastante coherente. Es evidente que ya está mayor y que de cómico le queda poco. Ahora es una especie de director que hace una película cada año para no morirse. Quien tuvo, retuvo y tiene mucho talento. Me encanta el cine, acabo de rodar una película. Un artista tiene que ser una persona ilustrada, culta. Teniendo en cuenta que la calle también te ofrece cultura.

¿Qué película ha rodado?

Una de terror, El último fin de semana. Me gustan todos los géneros, contaba con poco presupuesto y he probado suerte. Intentaremos que llegue al Festival de Málaga y haga carrera.

¿Los cómicos casan con la Red?

Es una forma de publicidad barata, de poder establecer conexiones. Si la gente no se entera de tu trabajo, mala cosa. Las redes sociales están para ello. Por eso Facebook y Twitter valen tanto dinero, son máquinas de generar ingresos.

¿El humor tiene cabida en la televisión que se hace actualmente?

Sí, tiene espacio. Muy pequeñito, cerrado. Tenemos una oportunidad muy grande en Internet para hacer nuestra propia televisión, que no sean los canales de siempre. Telecinco y Antena 3 copan todo y dirigen el cotarro. Internet te ofrece tu espacio, con series-web por ejemplo. Es algo sobre lo que el público no se entera, no está muy abierto a ello. Hay productos muy buenos en la Red que carecen de publicidad.

¿Sería posible que ahora se emitiera un programa como No te rías, que es peor?

No sé, no tengo ni idea. Lo que se da ahora en esos espacios son concursos más baratos que el nuestro, y eso que nosotros costábamos poco. El público que ve la tele a esa hora es más familiar. Sería cuestión de probar. Las cadenas nunca arriesgan, siempre compran formatos que han tenido acierto en otros sitios. Un fracaso de un programa es terrible. Ahora lo ha hecho Los viernes al show.

¿Por qué fracasa un programa?

Nunca se sabe. Triunfan los programas más tontos, cuanto más simple, mejor. Eso habla de cómo es la gente que ve la televisión. El medio se ha difuminado, ahora se bajan demasiadas series por Internet. Hay muchas personas que ya no la ven, sólo las más mayores.

¿Alguna vez ha pensado dejar el humor?

Sería como dejar de ser yo mismo. Uno siempre tiene sentido del humor. Puedo no ser humorista y hacer otras cosas, como dirigir una película o una obra de teatro. Como mucho cambio de humorista a actor cómico. Estoy muy contento por transmitir risas. Es algo que demuestra inteligencia. Los animales y algunas personas no se ríen.

¿Tiene algo de loco?

Eso le pregunto yo al Gobierno. Siempre ha estado relacionado, sobre todo en España, lo que eran los bufones de los siglos XVI y XVII con los locos. Son los únicos que podían decirle barbaridades al rey. A alguno se le iba un poco la lengua y lo metían en la cárcel. Un loco puede decir cosas que la gente normal no se atreve y ser libre. Todo el mundo aspira a la falta de moralidad, de barreras. Siempre hay esa lucha en el ser humano entre lo que se es y lo que aparenta. En la política se establecen las máscaras más grandes. Por eso los cómicos no se convierten en políticos.